San Juan del Río.— Como una alternativa para alejarse de la drogas y el alcohol, un grupo de jóvenes practicantes del Parkour deciden conformar “I suspender” en esta ciudad.

Comandados por Marco Antonio Polo, el grupo, que en su mayoría son adolecentes, practican en diferentes espacios públicos de la ciudad y en zonas rocosas de las comunidades cercanas.

Este grupo de “traceurs” creció rápidamente, pues con sus exhibiciones en escuelas y centros deportivos han logrado decenas de nuevos integrantes que semana a semana se trasladan al Parque Paso de Guzmán, Paseo de los Abuelos, el viejo hospital general y la zona conocida como Las Peñitas. Sus integrantes van desde los 5 años hasta los 30 años. No hay límite, dicen los seguidores de este “deporte”.

Como esta disciplina no esta reglamentada ni es considerada un deporte colegiado, tienen que practicarlo bajo su propio riesgo, pues incluso han sido detenidos por la policía al practicarlo en propiedades privadas.

La Dirección del Deporte municipal les niega los permisos necesarios para que los jóvenes puedan practicarlo de forma formal, lo que los obliga a cargar con su lonas, tarimas y ruedas para desempeñar y formar nuevos talentos en esta disciplina de cierto riesgo físico.

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