Miles de turistas nacionales y extranjeros se dieron cita este lunes 21 en la tradicional ceremonia del equinoccio de primavera 2016, en el Pueblo Mágico de Bernal, misma que suma 24 años de celebrarse de manera ininterrumpida. En esta ocasión le tocó al gobernador Francisco Domínguez Servién recibir el bastón de mando, de manos de Manuel Rodríguez González, capitán general de la danza autóctona de Bernal, que significa “la entrega de la historia, la palabra y el corazón del pueblo”.

En su discurso, el mandatario estatal resaltó la importancia de mantener vivas las tradiciones que dan identidad y exaltan las raíces de los queretanos. “Los queretanos nos sentimos orgullosos por nuestra memoria colectiva que rescata costumbres prehispánicas. Orgullo por nuestros símbolos que nos dan identidad y exaltan nuestras raíces, como este bastón de mando, que simboliza conquista, resultado de la fuerza de nuestro pueblo”.

Asimismo, Domínguez Servién destacó la belleza natural de la Peña de Bernal, misma que atrae a miles de turistas locales y extranjeros todos los días, especialmente cada 21 de marzo, ya que llegan con la intención de “cargarse de energía” en este monolito, que está considerado el tercero más grande del mundo. “Sentimos orgullo por nuestros incomparables escenarios naturales únicos en México. Esta Peña de Bernal es el tercer monolito más grande del mundo. Esta peña que ya trasciende fronteras, símbolo de energía, espiritualidad y unidad en torno a este hermoso Pueblo Mágico”, señaló el jefe del ejecutivo estatal.

Con una oferta gastronómica abundante, basada principalmente en las tradicionales gorditas de maíz quebrado, turistas de la capital de la República del Estado de México, Guanajuato, Michoacán, Veracruz, Tamaulipas, entre otras entidades, así como turistas de España, Estados Unidos y de Alemania, se dieron cita en este lugar

Vestidos de blanco, se disponían a subir la peña con la intención de recibir la primavera, a pesar de que el día no fue tan caluroso como se esperaba.

Jorge Ramírez, turista originario del estado de Hidalgo, dijo que la visita a la Peña de Bernal, cada 21 de marzo, ya se ha convertido en una tradición familiar, ya que junto a sus dos hijos y su esposa, suben el monolito para cargarse de buenas vibras.

“Para nosotros ya es una tradición familiar, venimos cada año a cargarnos de energía en este lugar que disfrutamos mucho. Es significativo, porque subimos la Peña, que es espectacular, y aprovechamos para renovar nuestras intenciones. Además se come muy rico aquí”, expresó.

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