Alrededor de 72 familias de la comunidad de Lomo de Toro, en el municipio de San Juan del Río, viven en peligro de eventuales derrumbes, toda vez que se asientan debajo de un talud.

Karina Trejo Martínez, estudiante de Ingeniería de la Construcción, hizo el diagnóstico de la zona habitacional, en la cual, agregó, hay 13 puntos del cerro que tienen aberturas considerables que pueden conllevar al desgajamiento de rocas.

Alumna del quinto semestre de esta carrera en la Universidad Tecnológica de San Juan del Río, Karina emprendió un análisis de fisuras en la comunidad, donde se han registrado derrumbes en 2007 y 2010.

En este último año una roca de aproximadamente 70 toneladas sepultó una vivienda, por fortuna no se registraron pérdidas humanas.

La estudiante universitaria advirtió que los 13 puntos de fusilamientos se ubican justo en la zona donde la mayoría de los habitantes erigieron sus viviendas años atrás, pero en especial hay un mayor peligro para siete familias cuyas casas se ubican debajo de rocas.

Trejo Martínez explicó que uno de los principales riesgos de las fisuras detectadas, es que en éstas se concentró tierra que propició el crecimiento de raíces que a la vez empujan el material rocoso, quedando vulnerable a desprenderse por fenómenos climáticos como lluvias intensas.

“Vemos fisuras que inician con 15 centímetros de abertura y terminan en 80 centímetros, la erosión del suelo, la maleza ha provocado que se abran más y que aumente la posibilidad de que caigan grandes rocas en la zona de viviendas”, comentó la estudiante.

La exploración de la zona, a la que ha sido acompañada de profesores de la universidad, le ha llevado a Karina varios meses, ya que el objetivo es verificar el riesgo en el que se encuentra la localidad.

Además, la joven estudiante realizó pruebas en el laboratorio de mecánica de suelos para conocer el tipo de materiales existentes en la zona y comprender porqué es de las más propensas a derrumbes.

En la comunidad prevalecen rocas sedimentarias, compuestas por arena, limo, conglomerado y cantera, pero estos cuerpos están sujetos por tierra blanda vulnerable a la erosión, lo que ocasiona las grietas.

En anteriores administraciones municipales se valoró la posibilidad de iniciar un anclaje de rocas en esta comunidad para evitar nuevos derrumbes; aunque se gestionó el recurso ante el estado y la Secretaría de Desarrollo Agrario Territorial y Urbano (Sedatu), no hubo respuesta a tal petición.

Descarta anclar rocas para solucinar problema. Sin embargo, la estudiante de la Universidad Tecnológica advirtió que anclar rocas no es la alternativa más viable para solucionar el problema de derrumbes en Lomo de Toro.

En cambio, la eliminación paulatina de materiales susceptibles de caer sería la mejor vía para proteger a las familias y una posterior reubicación de las viviendas, para alejarlas de los taludes.

“Las 72 familias cuentan con viviendas en las faldas del cerro, básicamente todas están en riesgo de deslaves, en especial 13; sus casas se encuentra en un punto donde penden varias rocas y considero que es necesario que se intervenga a la brevedad en la localidad”, destacó.

Karina aclaró que el estudio que reliza tiene como principal propósito reunir toda la información posible sobre la situación de riesgo actual en la localidad.

Esta información la presentará a las autoridades municipales para que sean las dependencias expertas las que determinen la mejor alternativa para salvaguardar a los habitantes de Lomo de Toro.

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