Debido a su proceso artesanal, los productos de Marzé, empresa local dedicada a la elaboración de alimentos orgánicos, conservan sus propiedades nutritivas. Su fundadora, Sara Zepeda, explicó en entrevista para EL UNIVERSAL Querétaro la importancia de vigilar el proceso mediante el cual los alimentos son preparados y envasados, ya que éste puede alterar su valor nutritivo.

Los jugos, por ejemplo, explicó la comerciante del tianguis orgánico de Bosque de Agua, deben estar sólo a punto de pasteurización y no ser hervidos, pues de lo contrario no brindarían los beneficios adecuados.

Zepeda enfatizó en el cuidado con el que deben procesarse los vinos: no deben pasteurizarse para que puedan seguir fermentándose primero en la barrica (de uno a dos años, mínimo) y después en la botella.

“Nuestros vinos están vivos porque no están pasteurizados, incluso en la botella siguen transformándose. Además, las botellas cuentan con un lacre especial que permite que el vino siga respirando”, afirmó.

Quienes cultivan sus propios alimentos en casa deben prestar atención a no utilizar controles de plagas que puedan envenenar las cosechas y utilizar, en cambio, alternativas que ofrezcan mayor seguridad, refirió la fundadora de Marzé.

En este caso, su negocio ofrece tierra diatomea, que se trata de fósil de crustáceos que tiene la estructura de “pequeños cuchillos”.

Zepeda también produce y comercializa miel. Sin embargo, esta empresa de productos orgánicos no elabora miel tradicional, sino seleccionada.

Marzé, junto con más de 10 productores regionales, oferta sus productos cada sábado en el tianguis orgánico de Bosque de Agua, ubicado en la Fábrica, en la colonia Álamos II sección.

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