Un total de 40 bares y restaurantes, en diferentes municipios del estado de Querétaro, fueron clausurados, por la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco) durante el desarrollo del pasado Mundial de futbol.

La razón de los cierres, informó a EL UNIVERSAL Querétaro la delegada de la Profeco en la entidad, Dalia Garrido, fue por excederse en los cobros de propina a los clientes que acudieron a ver los partidos, principalmente de la Selección Mexicana de futbol.

La delegada de la Profeco estableció que los operativos que realizó la dependencia a su cargo, del 13 junio al 13 de julio de 2014, con motivo del Mundial Brasil 2014, dejaron como saldo en el estado un total de 40 establecimientos comerciales con sellos de clausura.

La mayoría de estos negocios, detalló Dalia Garrido, están dedicados a la venta de comestibles y algunos de ellos operan con el permiso para la venta de bebidas alcohólicas por copeo. Los municipios donde se registró el mayor número de clausuras son: Querétaro, Corregidora, Ezequiel Montes, Tequisquiapan y Cadereyta, entre los principales, aclaró la funcionaria federal.

La demanda más sentida de los consumidores queretanos, durante los 30 días en los que se llevó a cabo la justa deportiva, fue el cobro “arbitrario” y algunas veces excesivo de las propinas. En ese contexto, la delegada de la Profeco resaltó que cualquier cobro adicional que se realice en el consumo, en algún establecimiento con este tipo de giro, es completamente opcional y no por obligación al cliente.

Propina, opcional

La funcionaria estatal acotó: “Este tema de las propinas es completamente opcional, ningún comercio de estas características puede obligar a sus clientes a pagarlas. Si el cliente considera que el servicio no debe ser premiado, está en su derecho de reservarse”.

Errores en la elaboración de las cartas, principalmente el precio de los platillos, así como de las bebidas, respecto a la precisión de los mililitros del producto, fue otra de las quejas recurrentes de los consumidores durante la justa mundialista. Al respecto, la titular de la Profeco agregó que en varios establecimientos se detectó también la oferta de platillos y bebidas que no se encontraban en las cartas, lo cual también es motivo de sanción, ya que el cobro de dichos productos es poco transparente.

Las multas a las que se hicieron merecedores los establecimientos sancionados son variables y según el ordenamiento federal, oscilan entre los 800 pesos, como mínimo y los 2 millones de pesos, confirmó Garrido. Cabe aclarar que los sellos de clausura colocados no pueden ser retirados hasta que concluya el proceso sancionador, dentro de dos o tres semanas, según la funcionaria.

Google News

TEMAS RELACIONADOS