Persiguiendo el sueño de iniciar un negocio propio, el señor José Luis Luna, cambió su profesión de técnico al interior de una empresa a productor de nieve, esto tras ofrecerse como voluntario para ofertar este producto y así obtener fondos para la fiesta patronal de Hércules. Después de jubilarse, ha dedicado su vida, desde hace 35 años a la producción artesanal de estos productos que surte a diferentes hoteles y que en la actualidad ya es un negocio familiar.

Buscando siempre el beneficio de la colonia que lo vio crecer, José Luis Luna comenzó la búsqueda de un negocio, su familia lo ha apoyado. Al día se preparan entre 25 y 35 litros de nieve de diferentes sabores, sin agregar ningún tipo de químico para su conservación y dedicando el tiempo que cada uno de estos productos requiere.

“Empezamos con el tradicional que es el de mantecado y limón de agua. Fue en el año de 1978 cuando formamos parte del comité de fiestas patronales de la parroquia de la Purísima Concepción de Hércules, y pues como siempre falta el dinero para los eventos, una de las personas que estaba en el mismo comité dijo, ¿Por qué no vendemos nieve? Yo dije que tenía la herramienta, y a partir de ese día empezamos a vender nieve cada domingo afuera de la iglesia”, externó José Luis Luna.

Manteniendo altos estándares de calidad, desde sus orígenes, las tradicionales nieves de Hércules han causado deleite entre chicos y grandes, una de las nieves que requieren mucha preparación y cuidado es la nieve de plátano, pero se produce poca en vista que la fruta caduca muy rápido por lo que su venta es sólo en ocasiones especiales.

“En esa época iniciaron la producción con botes de lámina galvanizada, que era la máxima calidad, ahora hemos ido progresando; ahora usamos botes de acero inoxidable, nos llega el hielo en maquetas, hervimos la leche que compramos directamente de los establos y a cada sabor le imprimimos el tiempo de nevado que es de entre 30 y 40 minutos a mano”, expresó.

Esta labor artesanal de fabricación es la que ha proporcionado a las tradicionales nieves de Hércules el distintivo de surtir a diferentes hoteles en la ciudad y un distintivo por parte de la asociación nacional de chefs, invitados en 1998 a una muestra gastronómica en el DF.

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