El delegado del Instituto Nacional de Migración (INM), José Arturo Fernández de Cevallos, afirmó que derivado de los sentimientos de frustación que viven los centroamericanos que llegan a la entidad, éstos se vuelven agresivos. Indicó que al ser abordados por agentes de esta dependencia reaccionan de forma violenta.

“Son las dos caras de la moneda, porque ante la frustración de su camino el migrante reacciona agresivo, pero ahí es donde se trata de controlar a las personas sin vulnerar sus derechos”, expresó.

Ante quejas recibidas por parte de asociaciones civiles por maltrato de migrantes, el delegado indicó que en la mayoría de los casos los migrantes reaccionan de forma agresiva y en ocasiones cargan armas blancas con las cuales han agredido a varios agentes del INM.

“Dónde terminan los derechos del migrante y dónde empiezan los derechos humanos de la gente, del agente del Instituto Nacional de Migración o de la policía municipal. Son muchos sentimientos encontrados de un viaje. De una ilusión y de un gasto económico que ellos han erogado hasta llegar a aquí. La verdad hay gente que se torna muy agresiva. Nosotros les hemos recogido cuchillos, navajas, han lesionado a agentes”.

El funcionario destacó que el trato hacia los migrantes es digno, se les brinda atención médica, alimentos y tienen acceso a un baño.

Durante el año, el INM ha repatriado a 950 migrantes provenientes de Honduras entre otros países.

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