El Día del Padre es uno de los mejores en la vida de Paloma Nicole. En la mañana antes de que su papá despierte, la menor de 6 años prometió que se acercará de “puntitas” a su cama y antes de que abra los ojos le dirá: “Hoy es el Día del Padre y hoy te voy a despertar a besos”.

Ser “padre soltero” no es cosa sencilla. Carlos Gerardo Hernández Rosales entendió que la función de ser “mamá y papá” no se puede “delegar”. Originario del Distrito Federal y con sólo algunos años de residencia en Querétaro, compartió la experiencia que le ha dejado el haberse quedado a cargo su pequeña hija, luego de haber finiquitado una relación de mutuo acuerdo, con la madre de la menor.

“La mamá educa para el amor y el papá educa para el mundo”, sintetiza Gerardo Hernández tratando de explicar que en realidad la aportación de las dos figuras paternas son indispensables en el desarrollo de los menores de edad, que tienen que asimilar que alguna de las dos figuras esté presente.

La responsabilidad de un “padre o madre soltera” es mucho más delicada de lo que muchos piensan, asegura.

“Ellos, los hijos, son sin duda un motor, un aliciente para seguir adelante, para luchar en este mundo. Normalmente un padre busca inculcar valores para que nuestros hijos se defiendan en esta vida, en este mundo. Una madre se encarga de transmitir valores morales”, dijo Gerardo Hernández.

Tener la responsabilidad de aportar dimensiones diversas a un hijo se vuelve complejo, además hay que cumplir horarios y destacar en el mundo laboral. Gerardo Hernández, abogado, preside además a la Organización Civil y Ciudadana Protectora de Animales “El Muro” en Querétaro, también dirige una Escuela de Canto y Baile y, por si fuera poco, intenta trascender en el escenario político.

“Ahora la vida me da la oportunidad de participar en política. Yo tengo un proyecto justamente infantil, que quisiera impulsar en ese ámbito. Mucha gente dirá que es una locura, pero me parece que hace falta mucha educación y muchas iniciativas en ese sentido”, puntualizó.

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