Ahuacatlán de Guadalupe, en el municipio de Pinal de Amoles, fue nombrado por el Consejo Nacional para la Cultura y las Artes (Conaculta), como “El Corazón del Huapango”, esto en el año de 1995. Gracias a las influencias musicales de la huasteca de Guanajuato e Hidalgo, la comunidad ha guardado un especial significado tanto con el son arribeño como el huasteco, pues la gente lo sabe bailar y ha surgido una escuela de este arte que comienza a formarlos ahora en el aspecto musical.

Dice un dicho: “ si eres de Ahuacatlán, tienes que saber bailar huapango”, y es que a pesar de la modernidad, los niños y jóvenes saben “zapatear el tablado”.

El Festival de Huapango ha ganado popularidad entre propios y extraños, pues es la oportunidad para conocer a los multifacéticos tríos, que año con año regresan al pueblo.

Este encuentro se convierte en todo un suceso, ya que la comunidad ofrece de beber y de comer a todos sus visitantes, aquí no importa si no hay recursos en casa, pues “se ofrece un taco de corazón”.

Los patriarcas del pueblo salen a buscar bailadora y enseñar como bailar el huapango a quien se lo pida, las mujeres lucen sus mejores galas, vestidos coloreados y el cabello trenzado.

La cancha del jardín se llena de bailadores y bailadoras, ha comenzado la fiesta y terminará hasta el otro día, son más de 12 horas continuas en donde desfilan parejas que no dejan de disfrutar esta música tradicional.

Organizadores de este festival, en su edición 19, invitaron a la población de la capital queretana a que conozca esta hermosa tradición.

Una de sus organizadoras, Dolores Morado, dijo que todo está listo, tanto tríos como la organización previa. “Ésta es la primera ocasión que hacemos una rueda de prensa en la capital, por ello invitamos a que asistan los días 17 y 18 de octubre para que nos acompañen y puedan disfrutar de la cultura de nuestra tierra y de todo aquello que nos hace sentirnos orgullosos”.

Detalló cómo logran darle de comer a todas las personas que llegan al evento. “Nuestros visitantes se quedan sorprendidos de que la comunidad regala alimentos, como tamales, mole, pollo, arroz, carne de puerco y frijoles. Todo es en gratitud por su amable visita. Así se acostumbró desde su origen, y año con año hemos continuado, es algo muy bonito porque todos participan con entusiasmo”.

Javier Romero, integrante del comité organizador, informó que este año se ha tomado la decisión de realizar el Festival del Huapango durante dos días. “Gracias a las autoridades de Pinal de Amoles hemos podido disponer de dos días de organización, ya que de esta manera tendremos más oportunidad para disfrutar de los diferentes tríos musicales, que desean permanecer en Ahuacatlán”.

En dicha delegación se cuenta con dos posadas y un hotel, los cuales ya se encuentran a su máxima capacidad. Habitantes de la localidad han habilitado sus hogares para brindar servicio a los visitantes, además de que se contará con servicio de taxis los dos días del festival, las 24 horas del día.

Javier Romero agregó que agradecen la voluntad de la gente, de los jóvenes, de las instituciones que se han sumado y sobre todo de los músicos que no dejan de asistir a cada festival.

De esta manera, el pueblo de Ahuacatlán de Guadalupe se prepara para el encuentro con una tradición, que se hace más fuerte con el tiempo, donde el pasado se conjuga con el presente y hace sonar la quinta huapanguera, que conjugada con el violín y la jarana, emocionan el alma y el espíritu.

Aquí se oye y vive el huapango, todos lo saben bailar y se emocionan al escuchar el Querreque, La azucena o El Fandanguito, aquí se honra a sus maestros, en la tierra de las lupitas, donde pregonan sus huapangueros.

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