Las inclemencias del tiempo no son un factor que impida que los operativos de vigilancia y prevención se detengan. Elementos de la Policía Estatal realizan recorridos y actividades especiales para salvaguardar la integridad física de los habitantes del estado.

EL UNIVERSAL Querétaro realizó un recorrido por las calles de la capital con elementos de la Policía Estatal, en donde se pudo confirmar el trabajo en materia de prevención realizado por parte del equipo de los uniformados.

Los operativos Radar y Alcoholímetro se implementan de forma permanente en las diferentes vías de la ciudad vigiladas por la seguridad del estado.

En el operativo Radar, que fue instalado en un punto estratégico, se mide la velocidad de los vehículos en arterias viales como paseo Constituyentes, 5 de Febrero o bulevar Bernardo Quintana, los cuales son las vialidades favoritos para los conductores con el “pie pesado”.

Al ser detectados por el Radar, un ticket es emitido, una instrucción de radio es enviada y una patrulla que se encuentra más adelante comienza la persecución del auto que excede el límite de velocidad permitido. Sin encender la torreta, el oficial le da alcance y en el momento en que el conductor es alcanzado, a escasos metros las luces policiales son encendidas y con el altavoz se le pide al conductor que se detenga.

Este tipo de operativos han permitido la localización de vehículos con reporte de robo, la detención de personas en posesión de armas de fuego o de sustancias prohibidas, por lo que no solo infracciones por exceso de velocidad son emitidas por parte de los policías estatales.

Operativo Alcoholímetro

Durante el operativo alcoholímetro, diferentes puestos de revisión son colocados en las zonas en las que se presenta mayor tránsito de vehículos durante las noches, las mismas arterias más transitadas son los puntos en los que los guardianes del orden mantienen vigilancia.

En las bahías de revisión, oficiales plenamente identificados y con sólo una linterna de cargo, les informan a los ciudadanos que transitan por la zona el motivo de la revisión, piden la licencia del automovilista y en caso de sospechar de posible consumo de alcohol, los policías realizan una prueba de medición de alcohol en el aliento.

El límite permitido es de 0.4, en caso de que el automovilista presente una medida mayor, éste puede ser puesto a disposición del juzgado cívico o se le puede pedir que tome un taxi para llegar a su destino, pues no se le puede permitir seguir conduciendo.

El promedio de remisiones al juzgado cívico de la Policía Estatal en este tipo de operativos es de siete personas cada noche, los sábados por la noche tienen un mayor número de remisiones. Con estas medidas se han prevenido al menos 60 accidentes por mes en lo que va de 2013, de acuerdo con datos proporcionados por la misma secretaría de Seguridad Ciudadana.

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