Con la intención de sancionar moralmente a aquellas personas que invaden espacios designados para los discapacitados y peatones, además de hacer más accesibles la movilidad para los estudiantes con capacidades diferentes, la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la UAQ ha iniciado el proyecto “UAQctúa”.

Un grupo de estudiantes y profesores encabezados por la secretaria académica de la facultad, Marcela Ávila Eggleton, indignados por las faltas viales cometidas por la propia comunidad universitaria, iniciaron este proyecto que consiste en amonestar a los infractores con la colocación de calcomanías y evidenciándolos en redes sociales, situación que en menos de un mes ha comenzado a brindar resultados.

Las calcomanías se colocan en tres casos, por estacionarse en lugares designados a personas con discapacidad; por obstruir el paso peatonal y por estacionarse en lugares inventados por ellos mismos, como encima de los camellones. Hasta el momento las sanciones han sido interpuestas a todos aquellos que incurran en este tipo de violaciones, incluyendo profesores y administrativos de la universidad.

“Un número importante de estudiantes y profesores molestos por el tema del no respeto a las normas básicas de convivencia al interior de la universidad, creo que bastante tenemos con lo que ocurre allá afuera como para llegar a la universidad y ver estos comportamientos poco ciudadanos, poco cívicos. Se juntaron el enojo, la impotencia y algunos factores externos”.

Al inicio de este ciclo escolar se percataron que había dos estudiantes con dificultades de movilidad: una joven con discapacidad motriz y otra persona invidente. A pesar de que la facultad cuenta con rampas se complicaba la movilidad para estos alumnos, e inclusive ellos estaban acostumbrados a que no tengan espacios, situación que lamentó la secretaria académica.

Algunas de las problemáticas que se tienen, es el hecho de que falta señalética vial —como las líneas peatonales o letreros de velocidad— situación que deriva en que los conductores manejen a exceso de velocidad. Aunado a que hasta el inicio de este semestre no se tenían espacios para discapacitados.

“Pareciera que por la autonomía estamos exentos, pero realmente es una autonomía académica pero no puede entrar la policía. Nos dimos cuenta que lo único que podíamos hacer es tener una sanción moral, poder exhibirlos era lo único y subimos a redes sociales, dejarles una calcomanía”, aseguró la académica de la UAQ.

Previo a colocarse las calcomanías, las sanciones morales se ponían mediante oficios en los que se invitaba a los infractores a que acudieran a la dirección y se registraran como automovilistas que requerían apoyo especial, por alguna discapacidad.

Aunque el rector Gilberto Herrera dio el visto bueno al conocer este proyecto, actualmente se encuentra ejerciéndose sólo en la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales; “Nuestra apuesta es que en la medida en la que se está compartiendo en redes sociales otras facultades nos busquen o que ellos hagan su propio proyecto para seguir con esto, la verdad es que no hemos querido empezar a expandirnos porque no quisiera que otro director me reclamara”.

Actualmente el problema de raíz sigue, relata Marcela Ávila, quien aseguró que no hay cajones de estacionamiento suficientes, además de denunciar que la UAQ se ha convertido en estacionamiento de propios y extraños, toda vez que los trabajadores de locales y empresas aledañas dejan su vehículo todo el día. Sin embargo, aseguró que no buscan limitar a estas personas, sino exhortarlos a que respeten.

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