Con muchos retos por delante, el titular de la naciente Secretaría de Desarrollo Social de Querétaro (Sedesoq), Agustín Dorantes Lambarri, asegura en entrevista con EL UNIVERSAL Querétaro que el gran desafío que tiene por delante es marcar un antes y un después en el combate a la pobreza, con políticas públicas sociales innovadoras, transparentes y eficaces que realmente beneficien a la gente que más lo necesita y que atiendan las necesidades más urgentes.

Considera que la transparencia en el uso de los recursos públicos también es fundamental para revertir algo que considera una “gran deuda histórica” que se tiene con los municipios y localidades más pobres de la entidad.

¿Qué has visto en la gente en los recorridos que has hecho durante estos meses que llevas al frente de la recién creada Sedesoq?

Creo que va en dos sentidos. Primero, yo veo a gente noble, con ganas de salir adelante, que todavía tiene fe y esperanza en que cambien y mejoren las circunstancias en las que viven, y a pesar de que Querétaro es de los estados menos pobres y un estado con un buen crecimiento económico, también veo mucha pobreza y desigualdad.

El estado no ha tenido la posibilidad, la facultad o la visión para lograr revertir los rezagos económicos que tenemos. No es una cuestión fácil, creo que viene de cómo se forjó el país. Hay dispersión en comunidades y lógicamente llevar los servicios básicos es muy difícil. Muchos, por el amor a su tierra prefieren quedarse donde están, sin servicios, que irse a lugares donde se les puede dotar de servicios y más oportunidades.

Es muy difícil juzgar antiguas administraciones, antiguos gobiernos, pero sí creo que históricamente nos ha faltado tener una política social más responsable, más profesional. De ninguna administración encontramos información en cuanto a padrones de beneficiarios, digitalizados, cruzados con el Registro Civil o con algún padrón oficial.

No veo una reducción de la pobreza en los municipios donde no ha sido alcanzado el desarrollo económico. Veo esfuerzos aislados para generar economía regional en los municipios. A final de cuentas tenemos la gran posibilidad de lograr revertir los rezagos que se tienen en algunos municipios con una visión a mediano y largo plazo, generando economía regional en los municipios más pobres, con esfuerzos y con circunstancias que van a beneficiar a Querétaro.

Durante estos ocho meses, en materia de pobreza y necesidades, ¿qué es lo que más te ha impactado y sorprendido?

Creo que los casos donde se vuelve irreversible la situación de vulnerabilidad en la que vive la gente; las personas que están enfermas. Uno de nuestros principales pilares es la corresponsabilidad y el no asistencialismo, pero hay casos específicos donde el asistencialismo es el único medio para lograr dotar de una vida digna a las personas que ya no se pueden valer por sí mismas. Es un tema que me ha costado mucho trabajo.

He visto muchos casos, como adultos mayores abandonados, personas con discapacidades, circunstancias en donde madres solteras se tienen que dedicar al cuidado de sus hijos, de sus hijos discapacitados o enfermos. Un caso que me llamó mucho la atención fue en Agua Zarca, donde una niña, por no tener un techo firme o de loza, se enfermó de las vías respiratorias y hoy su enfermedad es irreversible. Esto quiere decir que las acciones que hacemos o dejamos de hacer sí impactan de forma directa la calidad de vida y en el futuro de las personas que viven en situaciones de vulnerabilidad.

¿Hay que tener mucha sensibilidad para ocupar un cargo como este?

Tienes que tomar decisiones muy difíciles. Siempre he dicho que el presupuesto es limitado y las necesidades son muchas, entonces tenemos que tomar las decisiones con base en llevar los recursos públicos a las prioridades más urgentes y buscar que el uso de los recursos sea eficiente y eficaz.

A la hora de tomar las decisiones se vuelve complejo. ¿Cómo podemos tomar una decisión? ¿Dónde se necesita más un servicio básico como agua, drenaje o luz? ¿En qué comunidad? ¿Qué es más importante, dotar a las familias de transporte escolar o de una vivienda digna? Son decisiones difíciles de tomar y lo que estamos optando en la secretaría es profesionalizar los criterios de elegibilidad, profesionalizar la metodología de la decisión de quiénes serán los beneficiarios, aunado a sumar a la parte operativa.

Hablas de evitar el asistencialismo en los programas sociales, ¿cómo lograrlo?

Sí, hay que evitar el asistencialismo, pero con excepción en los casos donde no haya otra opción. Si estamos hablando de un señor de 80 años que no tiene hijos, que ya no le puedes pedir que salga a trabajar porque además está enfermo e incluso hasta en silla de ruedas, tú no puedes no ser asistencialista. Lo que tenemos que lograr es que los criterios de elegibilidad que vienen en las reglas de operación sean lo suficientemente específicos para que el apoyo llegue a gente que realmente lo necesita.

¿Cómo asumes la responsabilidad de estar al frente de la Sedesoq siendo tan joven?

No importa la edad, lo que importa es el compromiso que tomes al asumir la responsabilidad. Es la secretaría más sensible, que ataca los problemas de la gente que más necesita la intervención del gobierno. Debe ser una secretaría que busque revertir la pobreza y la desigualdad en el estado, no de una forma asistencialista sino con acciones que cambien, en el presente y en el futuro, la circunstancia de vida de las personas.

Al iniciar tu gestión al frente de Sedesoq, ¿cuáles fueron las principales recomendaciones que recibiste por parte del gobernador Francisco Domínguez?

La primera recomendación fue crear un buen equipo. Al final sabemos que puedo ser yo el secretario, pero el éxito de la secretaría va más allá por las personas que integramos la propia secretaría. Quisimos integrar juventud con experiencia. El gobernador me dijo que los temas que quieren que marquen su gobierno son: el combate a la pobreza y lograr que no haya queretanos de primera y de segunda. Me pidió mucho que me pegue a la sierra. Desde el momento que le presenté el primer proyecto me dijo: “no se te olvide la sierra de Querétaro”.

¿Por qué hasta ahora el surgimiento de la Sedesoq?

Habría que preguntarles a los gobiernos anteriores. Yo sí creo que era muy necesaria, que debió de haber una Secretaria de Desarrollo Social desde hace mucho tiempo, ya que la Sedesoq no solamente ejecuta, pues su principal función debe ser coordinar las acciones en materia de desarrollo social de las distintas dependencias municipales, estatales y federales.

Lo primero que tienes que saber es el diagnóstico estatal, cuáles son las necesidades que hay que cada municipio y en cada localidad y luego cuál es el presupuesto que tienes y cuáles son los programas que tienes en las distintas secretarías, para que de esa forma puedas coordinar las acciones tanto propias como transversales y atacar los problemas de raíz.

He encontrado que hay una descoordinación de ese modus operandi. La verdad es que falta evolucionar mucho en cómo lograr entrelazar los esfuerzos de las distintas secretarías en uno solo.

¿Ese es uno de los grandes retos?

Es el principal reto de la secretaría. Generar un buen diagnóstico que encuentre realmente qué acciones se necesitan y cuáles son los síntomas del problema y con base en los distintos programas de todo el gobierno del estado generar planes regionalizados por cada situación. No es lo mismo la pobreza en Pinal de Amoles que la pobreza en Santa Rosa Jáuregui. Eso no significa que sea peor una de la otra, son distintas formas de pobreza, por eso tenemos que formar un plan específico para cada zona vulnerable que hay en el estado.

¿Cuál es el recurso que tiene actualmente la Sedesoq?

El presupuesto va variando. Podemos ganar recursos en algunos programas y perder en otros. Pero tenemos hoy alrededor de 800 millones de pesos, entre los presupuestos federales y estatales. Todos los días seguimos peleando presupuestos y con los recortes federales también va variando el presupuesto que tiene la secretaría.

Nos acaban de anunciar un recorte en el programa de infraestructura social para la CDI [Comisión Nacional para el Desarrollo de los Pueblos Indígenas] de 36 millones de pesos, que es 12% del monto del presupuesto, que era de 350 millones para infraestructura social. Pero en el presupuesto para el Programa de Empleo Temporal, existe la posibilidad que en lugar de que sean 2.9 millones sean 7 millones de pesos, es decir, en algunos perdemos y en otros ganamos.

Hace algunas semanas, la secretaría a tu cargo presentó el programa Hombro con Hombro. ¿En qué consiste este programa?

Desde que iniciamos en la planeación de la política pública vimos como uno de los valores principales: la corresponsabilidad, tanto de los beneficiarios o participantes, como de la sociedad civil y es justamente lo que queremos transmitir: que el combate a la pobreza no solamente es tarea del gobierno sino es tarea de toda la sociedad.

La desigualdad que tenemos actualmente con la gente vulnerable es una deuda que no solamente tiene el gobierno del estado o la Secretaría de Desarrollo Social, sino todos los sectores de la sociedad. Por eso buscamos que empresas privadas intervengan en el tema de comedores comunitarios.

Podríamos buscar fondos gubernamentales pero para nosotros es fundamental la participación de la sociedad, generar una política de corresponsabilidad en donde las empresas se empiecen a hacer cargo de ciertas acciones así como las universidades, los centros de investigación, los medios de comunicación, las agrupaciones religiosas, que también es importante incluirlas dentro del diseño y planeación de las políticas públicas en materia social y así se concibió Hombro con Hombro.

¿Cuáles son las acciones más importantes que ha ejecutado Sedesoq en estos ocho meses?

De lo más importante que tenemos es inversión en infraestructura social, agua potable, drenaje y luz eléctrica. No podemos concebir que una persona tenga una vida digna sin los servicios básicos indispensables, entonces estamos apostando que todos los recursos que lleguen para infraestructura social se vayan a agua, drenaje y luz eléctrica principalmente.

Logramos una inversión por parte de gobierno federal de 30 millones de pesos para proyectos productivos en localidades indígenas; y gobierno del estado está invirtiendo otros 30 millones de pesos en proyectos productivos, además de la combinación de recursos que vamos a hacer en Sedesol para opciones productivas.

Todo lo que es desarrollo de economía regional, gobierno del estado le está apostando fuerte. No había habido ningún año donde se tuvieran 70 millones para proyectos productivos. El recurso que más se había logrado en años anteriores en localidades indígenas había sido de 22 millones de pesos. Quiere decir que estamos triplicando el recurso para los proyectos productivos.

¿Cómo garantizar que los beneficios de políticas públicas realmente lleguen a quien más lo necesita y no se pierdan en el camino?

Lo primero es involucrar a la sociedad. Ahora estamos visitando las 73 obras de infraestructura social donde instalamos la Contraloría Social, donde le decimos al presidente y al comité de la contraloría cuáles son sus facultades. Hacemos mucho hincapié que nos ayuden a darle revisión y seguimiento a la obra.

Con la inclusión o participación de la ciudadanía tenemos, a nivel macro, un consejo consultivo que nos ayuda a planear y a evaluar y dar seguimiento a la política pública social. En este consejo consultivo están: universidades, cámaras empresariales, empresarios, sociedad civil, instituciones de asistencia privada.

¿Cuál sería la prueba de fuego para comprobar y medir si las políticas que ha impulsado este gobierno en materia de desarrollo social han sido exitosas?

Yo diría que cada dos años con la evaluación de Coneval [Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social]. En 2017 sale la primera evaluación, en 2019 sale la segunda y en 2021 sale la tercera. Cada año vamos a ver si la política social ha tenido efectos con base en los indicadores.

El tema de las mediciones es un tema muy frío, que sin duda, es muy necesario y es la primera calificación que se nos puede dar. Hoy, al igual que a Sedesol, nos mide Coneval cada dos años. En agosto se empieza la medición y el próximo año se publican las calificaciones.

Yo digo que es muy fría la medición porque no mide todos los componentes y además hay mucha gente no está de acuerdo en cómo se mide la pobreza. La primera medición es a través de los indicadores y la segunda medición es la percepción de la ciudadanía en cuanto al mejoramiento en su calidad de vida.

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