Por más de 70 minutos, los poco más de 600 queretanos que presenciaron el partido mundialista México-Camerún en Plaza de Armas, mantuvieron contenido un grito de júbilo. Errores arbitrales impidieron que hasta en dos ocasiones, los aficionados pudieran celebrar como Dios manda. Pero la historia, en esta oportunidad, tuvo un final feliz: México jugó bien, ganó y convenció.

El húmedo gol convertido por el delantero Oribe Peralta al minuto 29 del segundo tiempo, hizo brincar de sus asientos al propio gobernador José Calzada y a todos los integrantes de su familia. Las porras y los gritos a favor del conjunto nacional, de todos los asistentes no se hicieron esperar. “Tenías que ser tu Oribe, eres lo máximo cabr…. Te regalo mi carro, te regalo mi casa, es más te regalo a mi novia…”, gritó desaforado, uno los jóvenes que lograron acomodarse, junto con su novia, sobre la plancha de Plaza de Armas. Los mejores lugares; adelante inclusive de la zona reservada para las autoridades locales.       

Y es que en realidad, los fantasmas de la “mala suerte”, comenzaban hacer mella en los asistentes, tras la conclusión del primer tiempo. Los dos goles incompresiblemente anulados, a la Selección Mexicana, durante ese lapso, habían pegado  muy duro en el ánimo de los seguidores del TRI.

El medio tiempo, en donde se obsequiaron algunas golosinas y botellas de agua, sirvió para tranquilizar un poco el nerviosismo. Las autoridades aprovecharon para dar entrevistas a reporteros locales y tomarse fotografías con sus familiares, que rápidamente circularon por las redes sociales. El cero-cero mantenía la esperanza.    

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