Trabajadores del volante aseguran que los niveles de rigor en las revisiones para renovar la concesión son cada vez mayores,  lo que les genera pérdida de tiempo y aumento en los gastos, pues con un solo rayón en la pintura, el auto debe de entrar a taller además de que tienen que cambiar la rotulación completa de las unidades.

Las más de cuatro mil unidades vehiculares de servicio de transporte público de pasajeros deben de cumplir con la revista vehicular, pero los taxistas aseguran que las revisiones cada vez son más estrictas, algunas las consideran hasta exageradas, pues si el interior del taxi presenta algún deterioro la unidad no pasa la revisión.

“Cada vez se ponen más difíciles para que pasen los coches, entiendo que es para el beneficio de todos, pero pasar la revista nos cuesta dinero, con cualquier cosita nos mandan el coche al taller, yo es la segunda vez que vengo porque ayer (Miércoles) me indicaron que tenía que cambiar los rótulos, y pues hay que invertir 250 pesos para volver a rotular y cambiar los números por otros más grandes y pues no nos informaron de eso antes” explicó el taxista concesionario Gabriel Villalpando.

Desde las ocho de la mañana los diferentes taxis en la ciudad comienzan a llegar al estacionamiento del estadio Corregidora, en donde se encuentran instalados los módulos con los inspectores del programa de revista, que realizan una inspección minuciosa a las unidades, tanto de las condiciones mecánicas, como físicas y estéticas.

La revista vehicular de unidades de transporte público terminará el próximo mes de noviembre, esta verificación de autos es la que determina la renovación de la concesión. En caso de no aprobar el proceso de revisión, los concesionarios tienen una semana para que los autos estén en condiciones óptimas para continuar prestando el servicio o para remplazar las unidades.

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