Hace cuatro años, narra doña Cecilia González Vázquez, asesinaron a su hija María Angélica Francisco González, de 16 años de edad, cuya muerte quedó impune, además de que en el Ministerio Público le dijeron que estaba loca.

“El gobernador del estado, Pancho [Francisco] Domínguez, debe de hacer algo, porque esta situación ya no la queremos. Ahora las pobres niñas sufren”, indica doña Cecilia.

Recuerda que a su hija la mataron hace cuatro años, un 23 de octubre. Su cadáver fue encontrado en El Calvario. Estaba colgado y presentaba señales de golpes, ya que estaba lleno de hematomas.

Apunta que la justicia en San Ildefonso tiene precio, ya que los abogados se dejan comprar, a tal grado que los del Ministerio Público le dijeron que estaba loca y no sentía dolor por la muerte de su hija.

Agrega que, después de cuatro años, las autoridades ni siquiera le han devuelto los cuadernos de su hija, quien cursaba el cuarto semestre de preparatoria. Debido al dolor que experimentó por el asesinato de su hija pide que la muerte de Araceli García Blas no quede impune.

“Aquí basta con el dinero y los abogados se dejan comprar. Eso es lo que más coraje da. A mí el Ministerio Público me dijo que estaba loca. Me detuvieron en la delegación”, sostiene, al tiempo que añade que ella y su familia fueron amenazados.

Eric Blas Santiago fue asesinado hace casi tres años por unos hermanos, de los cuales sólo uno está en prisión, sentenciado a 23 años de prisión; pero su abogado alega que fue en una riña y en defensa personal, aunque recibió un disparo de arma de fuego por la espalda y estando en el suelo. A pesar de que el asesino está confeso, busca reducir la pena corporal.

Los familiares de Eric, quien dejó en la orfandad a un menor de un año de edad, piden que no se deje en libertad al asesino, ya que, conociendo cómo opera la justicia, saben que con pagar a los abogados pueden cambiar las sentencias a favor de quien tenga más dinero.

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