Vecinos de la colonia Los Olivos, en San Juan del Río, denunciaron la presencia de vísceras de animales en zonas de cultivo, la cuales aseguraron, son arrojadas por tripulantes de vehículos provenientes del rastro municipal.

La presencia de estos desechos ha provocado malos olores y proliferación de plagas que afectan a esta zona habitacional.

Desde el mes de abril los vecinos de la zona se percataron de la presencia de desechos animales en un lote ubicado a unos metros del rastro municipal; en esta zona se arroja estiércol y vísceras que luego son enterradas con tepetate; ante estos señalamientos, responsables del rastro municipal descartaron que estos restos provinieran del centro de matanza.

La semana pasada, este rastro fue clausurado por la Comisión Federal para la Protección Contra Riesgos Sanitarios (Cofepris) en su área de sacrificio de ganado vacuno, tras detectarse clembuterol en dos reses introducidas para sacrificio, confirmó el alcalde de la demarcación, Fabián Pineda Morales.

Sin embargo, al interior del rastro sigue operando el área de sacrificio de ganado porcino, y vecinos de la zona aseguran haber visto una camioneta salir del rastro para trasladarse hasta el terreno cercano y arrojar en éste algunas vísceras de animales.

El pasado jueves se pudo constatar que una camioneta con logotipos del municipio salió del rastro municipal conducida por un trabajador del centro de matanza identificado con el correspondiente uniforme; la unidad se dirigió hacia el terreno donde los vecinos señalaron como punto de entierro de estos desechos; dos personas descendieron de la unidad y arrojaron desechos animales en el terreno.

En este predio, cercano también a zonas de cultivo, se pueden apreciar cuernos, pesuñas y sangre a cielo abierto, mientras que las vísceras se alcanzan a apreciar de entre la tierra con la que se ha pretendido enterrarlas; asimismo, en el resto de la zona se encuentra excremento de animales.

El presidente municipal de San Juan del Río dijo desconocer el destino final de las vísceras y el trato que se daba a estos desperdicios para descartar riesgos sanitarios; sólo confirmó la detección de clembuterol en dos reses que fueron sacrificadas la semana pasada en este inmueble.

Por su parte, el titular de la Secretaría de Servicios Municipales, Manuel Álvarez, aseguró que parte de los residuos animales eran incinerados al interior del rastro y el resto de los desperdicios, como cuernos y pieles, eran entregados a los introductores ganaderos para que ellos se responsabilizaran de las mismas.

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