Arturo Rueda Zamora, comerciante desde hace 31 años en la calle de Ezequiel Montes, es interrogado por sus vecinos. Le preguntan cómo está, cómo sigue, luego de la agresión de la cual fue víctima el domingo pasado, luego de manifestarse en contra de los trabajos en esa calle. Un hombre camina atrás de él, a manera de escolta, mientras se dirige a su negocio, muy cerca de donde fue atacado por dos hombres que le dieron de golpes en la cabeza, con un tubo.

Ayer, comerciantes y vecinos sostuvieron una reunión con autoridades municipales, para los primeros expresar los puntos en los que no están de acuerdo, y los segundos para defender el proyecto que buscan aplicar en una de las avenidas más transitadas del Centro Histórico.

La sede de la reunión fue La Vecindad del Agua Limpia, sobre la calle de Ezequiel Montes. Ahí se dieron cita autoridades del municipio, encabezadas por el secretario de Obras Públicas municipales, Hiram Villeda.

Afuera del lugar la vida trasitaba casi con normalidad. En los comercios se observa poco movimiento. Los dependientes esperan en las puertas de sus locales que los clientes lleguen a comprar las diferentes mercancías que ofrecen, pues los giros son variados, desde ropa deportiva, hasta restaurantes, queserías, pastelerías, sastrerías, tiendas de conveniencia y un periódico local.

A pesar de ser vacaciones la circulación de automóviles es intensa. La calle, entre Morelos y Pino Suárez permanece abierta en todos sus carriles, pero al llegar a esta última intersección se mantiene solo un carril, generando un cuello de botella y congestionamientos en la zona.

Rueda Zamora explica que el motivo de la reunión fue llegar a un acuerdo entre autoridad y locatarios, así como residentes, ya que no sólo se ven afectados los locatarios.

El comerciante, quien el domingofue agredido, lleva una gorra color beige, que oculta los vendajes en su cabeza. Camina por Ezequiel Montes, hace notar la carga vial sobre la avenida. “Siendo días de vacaciones vemos cómo está (el tráfico). En unas cuantas semanas, ahora que regresen los niños a la escuela esto va a ser una locura”, explica.

Admite que los comerciantes y vecinos de Ezequiel Montes están de acuerdo en la mayoría del proyecto, pero lo que desean es que las autoridades se “sensibilicen más”.

Planes en desacuerdo. Un punto en el que no están de acuerdo es en la ciclovías, y lo que proponen son zonas de rodamiento, con la finalidad de que no se afecte a los comercios, tanto de la acera oriente como de la poniente.

“Que se facilite el tránsito de bicicletas, pero en zonas de rodamiento. Así no nos quitan ese carril del lado derecho que hemos usado como estacionamiento momentáneo, que sirve para carga y descarga, que sirve para que un cliente baje sus cosas y se retire. Así como el estrechamiento de banquetas, porque consideramos que la mayoría de banquetas, salvo en lugares especiales en donde podrían requerir ampliación. 95% de lo restante, definitivamente no”, precisa.

Agrega que las autoridades están firmes en su proyecto, sin querer ceder en los tres puntos que son ampliación de banquetas, quitar cajones de estacionamiento y la ciclovía, siendo los puntos medulares en los que no se han puesto de acuerdo.

Precisa que están tratando de llevar a cabo una lucha social de manera pacífica y respetuosa, “y quizá en estos momentos tengamos que recurrir a una cuestión jurídica, con la finalidad de hacer ver al gobierno municipal que tenemos ciertas necesidades que ellos no están viendo debidamente”.

La agresión del domingo. El comerciante Rueda Zamora no pierde de vista al hombre que camina unos pasos atrás de él. El hombre a su vez, trata de estar a no más de dos metros de distancia, y quien el día de la agresión lo ayudó, repeliendo la agresión, evitando heridas mayores.

Arturo recuerda que el domingo muy temprano se manifestó un grupo de vecinos en Ezequiel Montes y Zaragoza, y luego se fueron hacia Universidad, donde platicaron con funcionarios municipales, con quienes se acordó una reunión a las 9:00 horas del lunes.

Arturo y un funcionario municipal regresaron hasta la casa del primero, pues tenía que entregarle un documento, y estando frente a su domicilio llegaron dos hombres, quien de manera sorpresiva uno de ellos lo agredió con un tubo, para luego salir huyendo rumbo a Zaragoza. Tras la agresión presentó una denuncia ante las autoridades, para deslindar responsabilidades.

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