Las medidas restrictivas de sacrificio animal implementadas en el rastro de San Juan del Río han encarecido más de 10 pesos el precio de los productos cárnicos ofrecidos en el mercado, advirtió el presidente de la Cámara Nacional de la Industria Restaurantera, Antonio Sánchez Carapia, quien dijo que este gremio ha aceptado como alternativa a proveedores foráneos con precios más accesibles.

Luego de la clausura momentánea del rastro por la detección de reses con clembuterol, la actividad de sacrificio se ha visto disminuida debido a que ahora los productores e introductores deben contar con certificados vigentes que garanticen que sus animales no son alimentados con dichas sales.

A decir del presidente de la Canirac, estas medidas han representado altos cosos para los introductores, que deben pagar algunos muestreos a sus animales, otros optan por sacrificar sus reses en otros rastros, lo que les representa gastos de traslado, lo que les obliga a encarecer la carne.

Aunque los introductores estén al día con el trámite de sus certificados, libres de clembuterol, para sacrificar sus reses en dicho rastro y eliminar los gastos de traslado a otros, el presidente de la Canirac desestimó que baje el precio de la carne.

“Es muy difícil que la carne vuelva a ser comercializada al precio anterior, seguirá más cara atendiendo a la oferta y la demanda de estas fechas”, dijo.

Actualmente el kilo de carne se comercializa en 120 pesos dijo el presidente de Canirac, al referirse a los montos por compra al mayoreo en mercados locales.

Foráneos aprovechan. Tras el encarecimiento de la carne en últimas fechas, los restauranteros han recurrido a proveedores foráneos, que ofrecen un menor precio, reconoció Antonio Rosas Carapia.

Estos provienen de Aguascalientes, Guanajuato y Jalisco, y además ofrecen productos con la certificación de Rastros Tipo Inspección Federal y a costo más accesible que el ofrecido por locales.

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