Provenientes de Querétaro y otros estados vecinos, 380 bebés que padecen daño cerebral son atendidos anualmente por la Unidad de Neurodesarrollo de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), Campus Juriquilla.

La tasa de natalidad a nivel nacional, de acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística Geografía e Informática (INEGI), establece que de cada mil habitantes, 10% de los nacidos presentan algún problema. De ellos, 5% presentan parálisis cerebral y 40% un daño cognoscitivo como: motriz, lenguaje, auditivo, entre otros.

La directora de la unidad, Thalía Harmony Baillet, explicó que los riesgos que presenta la madre de tener un hijo con un daño cerebral son mayores cuando se presentan embarazos a temprana edad, ya que el menor puede nacer antes de los nueve meses y tener un peso por debajo de lo normal, entre otras cosas.

“Esta unidad se creó con la necesidad de estudiar a los recién nacidos que han tenido factores de riesgo prenatales y perinatales de daño cerebral, estos factores son muy frecuentes, inclusive 10% de los niños que nacen han tenido un factor de riesgo”, expresó la especialista.

Harmony Baillet detalló que los riesgos prenatales que pueden generar un daño cerebral son, por ejemplo, el uso de sustancias tóxicas para el menor durante el embarazo.

Agregó que los riesgos perinatales son aquellos que se presentan cuando el cordón umbilical se enreda en el feto y hay riesgo de asfixia, o que ocurra la asfixia como tal. Lo cual manifestó es una de las causas más comunes que generan un daño cerebral en los menores.

La UNAM, campus Juriquilla, realiza la detección y tratamiento de niños menores de tres meses de edad que presenten daño cerebral, más no de una edad avanzada, ya que es más difícil el poder tratar el padecimiento en a dicha persona.

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