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La tradición y la identidad del huapango en la Sierra Gorda continúa presente en el tiempo y en el espacio de nuestra historia. Desde Fortunato Ramírez, hasta los Leones de la Sierra de Xichu, se muestra el talento nato de sus intérpretes. Niños y jóvenes continúan preparándose en las distintas escuelas de huapango, que siguen siendo el principal generador de este extraordinario arte.
Roberto Berrones Montes, cronista de Jalpan, se remonta al pasado, y clarifica el origen de este genero musical: “el huapango es un género musical conocido como ‘Son Huasteco’, cuyo origen lo encontramos dentro del folklore español, derivado de los cantos flamencos, los fandangos y fandanguillos, peteneras, los ritmos de boleros, tangos, guajiras, entre otros géneros líricos y coreográficos que llegaron a nuestro país desde el siglo 16”.
“En la época colonial surge una notable influencia de los bailes españoles, formándose una cultura mestiza y es ahí cuando aparece un nuevo género musical; llamado huapango o son huasteco, que adopta un estilo propio y se identifica como toda una cultura representativa de la huasteca. Aunque lo correcto es llamarlo son huasteco se le conoce mas por huapango, música regional considerada por muchos como el alma de las huastecas” .dijo.
El historiador de la Sierra dice que, sin embargo, para mucha conocedores las huastecas son tres: Hidalgo, Veracruz y San Luís Potosí; por que Tamaulipas, Puebla y nuestro estado, han sido un tanto discriminados, ni se diga de sus limites ya que la entrada a los pueblos españoles era por el norte hasta Soto la Marina y aún mas allá hasta el Río Chamal y Tagumba; por el sur el Río Cazones; por el oriente el Golfo de México y por el poniente la Sierra madre hasta Tula, Hidalgo; Ciudad del Maíz y Tangamanga, San Luís Potosí.
El baile y canto conocido como huapango adquirió popularidad en la huasteca y el la Sierra Madre Oriental. Existen diversos bailes como el veracruzano tamaulipeco, hidalguense, potosino, queretano y poblano; que tienen en común el huapango. La historia de la canción mexicana consigna que el huapango es una fiesta de música viva y alegre, los movimientos del baile se caracterizan por el taconeo de fases variadas con la música alterna, el canto de versos melodiosos e improvisados.
Los temas mas frecuentes en el huapango son de amor feliz, frustrado, de alegría, picardía de animales, lugares y mujeres; a quienes no se les ofende de ninguna forma, como sucede con otro tipo de canciones, ya que en el son del huapango las mujeres son elevadas y reconocidas como lo máximo de la creación, lo mas bello de esta vida.
Las mujeres han incursionado en este genero desde hace años, aunque en últimas fechas están tomando auge, tal ves porque la población serrana, en su mayoría son del genero femenino, además de que sus interpretaciones las realizan con maestría. Las flores de las huastecas de San Joaquín, han sido las mas representativas de la zona, al igual que las Perlitas Queretanas, quienes actualmente radican en la Unión Americana, y con gran éxito continúan presentándose en distintos condados.
Las Alondras, se presentaron en Jalpan de Serra, y abarrotaron el jardín principal. Don Simón Olvera, bailarín del zapateado, dice que le da lo mismo quien toque el huapango: “lo importante es bailar y divertirse, si son hombres o mujeres, eso nada tiene que ver, a veces hasta creo que las mujeres están mas entonadas que nosotros”.
El huapango es hoy en día, la expresión musical más escuchada de la huasteca. Las diferentes porciones que componen a la región se unen por tres voces y tres instrumentos hermanados por su historia y cultura. Sus fiestas religiosas y profanas se llenan de sonidos olores y colores al escuchar el sonido del lánguido violín, el paisaje es parte de la vida del hombre y la mujer, llámense mestizos, indígenas, pames y teneek.
Su prodigiosa abundancia se refleja en la belleza de sus tierras; en la exuberante vegetación, selvas de maderas preciosas, frutos apetitosos, mieles deliciosas, aromas de azahares y gardenias, ríos, lagunas, esteros y allá más arriba, la Sierra con su manto de niebla en forma de halo. Un género que comienza a ser llenado por las mujeres, que conocen y aman sus raíces.
