La Diócesis y la Asociación Cáritas de Querétaro IAP anunciaron el inicio de la campaña contra el hambre “Menos desperdicio, alimento para todos”, la cual iniciará a nivel local y mundial con el propósito de terminar con el hambre en 2025.

De acuerdo con estas instancias, en el caso del estado, 5.5% de la población vive en condiciones de pobreza extrema, de los cuales 19.5% tiene carencia en el acceso a la alimentación, principalmente la población residente en el municipio de Querétaro.

El presidente de la Comisión Diocesana para la Pastoral Social, Mauricio Ruiz Reséndiz, informó que esta campaña se une a la anunciada por el Papa Francisco, denominada “Una sola familia humana, alimento para todos”, donde convoca a las diócesis de todo el mundo a sumarse a este esfuerzo por erradicar el problema.

En el caso de la Diócesis queretana, esta campaña se ha denominado “Menos desperdicio, alimento para todos”, la cual contempla acciones encaminadas de acuerdo con la problemática y a la necesidad que está presente en la entidad y parte de Guanajuato.

“Nosotros nos estamos sumando y alineando a esta campaña que el objetivo es terminar con el hambre para 2025. Ya hay datos que informan que existe mil millones de personas que sufren hambre, y en Querétaro donde 19,5% de la población que vive en extrema pobreza sufre de carencia en el acceso a la alimentación”, refirió Araceli Martínez Olalde, directora de Cáritas de Querétaro.

La campaña, informaron integrantes de Cáritas, no estará enfocada en recolectar alimento para entregarlo a las comunidades, sino en generar en la población queretana una concientización acerca de las acciones que se realizan y que pueden repercutir en el empobrecimiento de los individuos.

De acuerdo con la coordinadora de la campaña, María Luisa Olvera, anualmente un tercio de lo que se produce a nivel mundial se desperdicia, una cifra que a su vez serviría para alimentar a África y otros países que actualmente viven en la pobreza extrema.

En este sentido, la campaña consiste en promover, entre los fieles católicos y la ciudadanía en general, cinco acciones que contribuyen a disminuir el problema.

La primera acción se enfoca en evitar el desperdicio y comprar solo lo que se va a consumir; dos, comprar productos locales y de temporada; tres, disminuir el consumo de carne; cuatro, cuidar el medio ambiente, no desperdiciando agua; así como el llevar una alimentación balanceada que se refleje en la buena salud.

De igual forma en cada parroquia se venderán a los feligreses, que así lo deseen, paquetes con un costo de 50 pesos, que ayudarán a difundir la campaña. Lo que se recaude se destinará para erradicar el hambre en cada una de las comunidades.

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