Liliana Susana Álvarez Vázquez es paramédico y también forma parte del Cuerpo de Bomberos de Querétaro. Para ella, el Día Internacional de la Mujer es uno más de los 365 del año, pues lo pasará trabajando y apoyando a las personas como lo dicta su vocación.

En entrevista, Susana reconoció que aunque esta fecha es motivo de júbilo para algunas mujeres, para ella es un día más en el que hay que reconocer la constante lucha de género.

“Yo creo que siempre hemos sido reconocidas. Aunque no tanto que debería ser. Aquí por ejemplo en los bomberos, el trabajo es a la par. Hombres y mujeres debemos realizar las mismas labores”, destacó.

A pesar de algunos prejuicios vigentes en pleno 2013, dijo, las mujeres tienen la capacidad de igualar las actividades que realizan los hombres. “Simplemente podemos hacer muchísimas cosas que los hombres hacen”.

Susana es madre de tres hijos, el más pequeño de ellos, de apenas tres meses de edad, mientras que los otros dos tienen 16 y 17 años. Además, esta mujer es esposa de un ingeniero industrial.

Reconoció que su familia es el primer pilar que la apoya en las actividades que realiza diariamente, pues sus hijos la han acompañado a prácticas en Cruz Roja, por lo que saben de los riesgos a los que se enfrenta su madre y se lo reconocen constantemente.

El esposo por su parte, al trabajar en la industria, conoce temas de seguridad que constantemente comparten, por lo que además de un marido, se ha vuelto un complemento en su labor, externó Susana.

Tras seis años de servicio como bombero y 13 como paramédico, esta mujer reconoció que hubo adversidades a las que se tuvo que enfrentar como al integrar la primera generación de elementos femeninos que ingresaban en el Cuerpo de Bomberos.

“Al principio fue difícil porque fuimos la primera generación de mujeres. Hubo cosas que tuvieron qué cambiar como el tema de los dormitorios. A las mujeres tuvieron que darnos nuestro propio espacio. Y pues en el tema físico también porque tuvimos que demostrar que podíamos hacer cosas igual que los hombres”, narró.

“Es triste saber que, aún en esta época, existan mujeres que sean reprimidas o que sufran cualquier tipo de violencia, como sicológica o física. A pesar de que siempre se ha luchado por la igualdad”, lamentó.

“Las mujeres somos ‘todólogas’, hacemos de todo como amas de casa y como trabajadoras. Con mis hijos por ejemplo, cuando tienen cualquier problema en la escuela pues hay que aplicar un poco de sicología”, celebró Liliana entre risas.

Exhortó a las mujeres trabajadoras a seguir luchando por sus derechos como individuas en una sociedad en la que aún falta mucho trabajo por hacer para llegar a la equidad. “Tenemos que sacar las ganas y la garra para salir adelante. Sí tienen un sueño que luchen por él y así no hay por qué sentirse marginada”, concluyó.

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