“¿Qué podemos hacer?”, se preguntó una locataria del Centro Histórico queretano unos 15 minutos antes de las 11 de la mañana. El restaurante —sobre la calle Hidalgo casi con Ezequiel Montes—, no hay más que dos mesas ocupadas y lo demás luce vacío.

En la esquina había varias vallas grises que impedían el paso de los vehículos, aunque el peatón todavía podía avanzar. “¿Quién quiere venir con todo cerrado?, pero ni modo, no se puede hacer nada”, añade al tiempo que reingresa a su negocio.

A las 11:00 horas se cerró por completo la circulación en el perímetro, desde Ezequiel Montes hasta Río de la Loza y desde Zaragoza a Universidad. El primer cerco es por parte de la Policía Estatal y Municipal, mientras que los siguientes filtros son del Estado Mayor presidencial. Las vallas grises en uno y verdes en los puntos más cercanos al Teatro de la República, evidencian la diferencia. De igual forma, quienes trataban de pasar desapercibidos fueron los innumerables soldados vestidos de civiles que caminaron alrededor de la zona.

Predominaron los locales cerrados. Se podía llegar al Jardín Zenea pero todo alrededor se encontraba resguardado por elementos del Ejército Mexicano y la policía. Residentes del primer cuadro sufrieron los cierres e incluso algunos tuvieron complicaciones para llegar a su hogar por los retenes. Finalmente, la circulación en todo el centro se restableció alrededor de las 16:00 horas.

“Fusilamientos”. Además de los cierres viales, las manifestaciones fueron la constante del día. Alrededor de 300 manifestantes, que se reunieron en la Plaza de Santa Cecilia, marcharon por 5 de febrero y arribaron al Cerro de las Campanas, para realizar un fusilamiento simbólico de una figura de Enrique Peña Nieto, además de otros funcionarios como Miguel Ángel Osorio Chong, Luis Videgaray y Aurelio Nuño Mayer.

Uno a uno, las figuras de los funcionarios juzgados fueron colocadas frente al pelotón social. La lectura de los cargos por los que se les acusó precedió el fusilamiento: “Por los cargos que se les acusa, el pueblo los encuentra culpables y traidores de la patria”.

Cierran la autopista 57. La Unión Campesina Democrática (UCD), con un grupo de alrededor de 350 personas se manifestó en la Autopista México-Querétaro, primero a la altura de Pasteur en ambas direcciones, y minutos más tarde, cerraron la circulación rumbo a la Ciudad de México que se paralizó por completo desde el acceso al Centro de Congresos a lo largo de la carretera hacia Celaya.

Automovilistas afectados reportaron que pasaron más de cuatro horas detenidos.

Los causantes del cierre de la autopista, manifestantes de la UCD de diversos estados del país, se mantuvieron a pie de carretera reunidos, en el acceso al Centro de Congresos del estado, donde el Presidente inauguró la exposición de las Fuerzas Armadas.

La policía federal observaba desde un puente. Los motivos: rechazo al gasolinazo y tratar el tema de la legalización de autos gabachos (chocolates) con algún miembro del gabinete del presidente Peña Nieto.

Fue hasta las 17:03 horas que se restableció la circulación en la carretera. Un domingo caótico en la capital por la celebración de los 100 años de la promulgación de la Carta Magna.

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