Desde el pasado mes de marzo de 2015 existen oficialmente dos Bancos de Leche Humana o Materna en el estado de Querétaro, uno se ubica en el municipio de San Juan del Río y el otro se sitúa al interior del Hospital del Niño y la Mujer de la capital queretana, dentro del área de la Clínica de Lactancia Materna.

Uno de los grandes objetivos de los bancos mencionados es fomentar nuevamente la lactancia materna, ya que de acuerdo a la Encuesta Nacional de Salud 2012, el porcentaje de niños que durante sus primeros seis meses de vida fueron alimentados exclusivamente con leche materna fue de 14.5% lo que representa un decremento de más de 8% con respecto al 2006, donde el porcentaje era de 22.3%.

A decir de la médico pediatra Karla Patricia Murrieta Chagollán, responsable del Banco de Leche Humana del Hospital del Niño y la Mujer de Querétaro, la lactancia materna es la forma de alimentación ideal para un recién nacido, ya que contribuye de mejor manera a su desarrollo físico, intelectual y emocional debido a que esta leche le proporciona al infante los nutrientes necesarios tanto en calidad como en cantidad, para el crecimiento y desarrollo de sus órganos, especialmente el sistema nervioso, sin embargo, muchas madres en la actualidad a pesar de saber los beneficios que produce, han decidido dejar de amamantar a sus bebés.

Karla Patricia Murrieta, médico pediatra, explica que una de las razones principales de que las madres hayan dejado de amamantar es la comercialización excesiva de los sucedáneos, es decir, de las fórmulas lácteas que normalmente se ofrecen en polvo. Esto provocó un aumento considerable en el consumo de estos productos, ya que la publicidad aseguraba que contenía los nutrientes necesarios para el correcto desarrollo de los recién nacidos, lo que ocasionó que se dejara a un lado la lactancia materna.

“Se abandonaron los programas, se dejó de hacer promoción y se le dio más importancia a lo sucedáneo, lo que provocó un incremento en las cifras de personas con problemas de obesidad, mayores casos de enfermedades respiratorias, enfermedades diarreicas, mayor morbilidad en los bebes, etcétera” aseveró la titular del Banco de Leche Humana del Hospital del Niño y la Mujer.

Debido a esta situación, a nivel internacional, se comenzó a investigar y trabajar en el tema, lo que motivó que surgiera en 1991, la iniciativa de crear Bancos de Leche Humana, una propuesta que tiene carácter internacional y que fue apoyada por la OMS y la UNICEF las cuales crearon la Iniciativa Hospital Amigo del Niño, iniciativa que representó un esfuerzo mundial para implementar prácticas que protejan, promuevan y apoyen la lactancia materna.

En este sentido, la Asamblea Mundial de la Salud aprobó en 1981 el Código Internacional para la Comercialización de Sucedáneos de la Leche Materna con el objetivo de proteger y fomentar el amamantamiento. El Código estipula que no se debe llevar a cabo ninguna forma de promoción de los sucedáneos de la leche materna, los biberones y los chupones en la población en general; asimismo indica que ni los establecimientos sanitarios, ni los profesionales de la salud deberán desempeñar funciones de fomento de los sucedáneos, y que no se deberán suministrar muestras gratis de esos productos a las mujeres embarazadas, a las nuevas madres y a las familias.

De tal manera que en México, a nivel hospitalario, se ha restringido el uso de fórmulas de leche en polvo, salvo que sea estrictamente necesario y cuando haya presencia de ciertas patologías y con prescripción médica. De hecho en el Hospital del Niño y la Mujer se tiene contraindicado el uso de fórmulas lácteas a no ser que haya una razón que justifique el uso de los sucedáneos.

La responsable del Banco de Leche Humana en Querétaro, Karla Murrieta, explica que otra de las razones para crear este Banco fue para tener una reserva de leche materna que donan las madres de manera voluntaria, para ser utilizada en casos específicos y en las que por diversas razones la madre no puede amamantar, como es el caso de niños prematuros o con bajo peso, aquellos que han sido sometidos a alguna cirugía en el aparato digestivo o aquellas madres que tengan contraindicada la lactancia.

En este sentido, el ejemplo más claro, es en el que las madres son portadoras del VIH positivo, por lo que se les recomienda no dar de amamantar a su recién nacido ya que a través de la leche materna se puede transmitir el virus lo que puede derivar en la infección del bebé.

La pediatra Karla Murrieta explica que el primer paso en este proceso de donación es hacer una entrevista médica a la candidata que pretende donar leche materna; se le hace una valoración clínica que garantice que goza de buena salud y que no presenta algún cuadro infeccioso, que no consume ningún medicamento contraindicado en la lactancia y que ella y su bebé tienen un estado de nutrición adecuado.

“Tenemos que asegurarnos que ese bebe está sano, que está creciendo y que no le vamos a quitar leche que él puede necesitar. Si el bebé está bajito de peso o esta desnutrido, no podemos aceptar a la madre como una donadora”

Para asegurarse que la información que proporcionó la madre que quiere donar es verdadera la corroboran con estudios a través de pruebas de laboratorio.

“Puede ser que la madre nos dijo que estaba sana, pero en realidad cursa con alguna infección como un VIH, hepatitis B o C y sífilis, ya una vez que salen los resultados nos comunicamos con la mamá para decirle que puede ser donadora o no”

La responsable del Banco de Leche Materna hizo hincapié que la donación es de manera voluntaria y señaló que las interesadas en ser donadoras pueden comunicarse al teléfono 2919200 extensión 2087 o dirigirse directamente a la Clínica de Lactancia de lunes a domingo de 7:00 am a 7:00 pm

Es así que a través de cursos de capacitación al personal del hospital, platicas a mujeres embarazadas, la distribución de folletos informativos en el área de alojamiento conjunto con las madres; en la Clínica de Lactancia y en el Banco de Leche Materna en Querétaro, trabajan todos los días por promover la lactancia materna exclusiva hasta los seis meses y la lactancia materna complementada hasta al menos los dos años de vida del niño. La pediatra Karla Murrieta insiste que esto reporta beneficios biológicos, psicológicos y hasta económicos para la madre, el niño y la sociedad.

La disminución de enfermedades infectocontagiosas como la otitis media, infecciones gastrointestinales e infecciones respiratorias, la disminución en enfermedades alérgicas como asma bronquial, dermatitis atópica, obesidad en la adolescencia y vida adulta, así como disminución de enfermedades inmunológicas, como la diabetes tipo 1, y cánceres son algunos de los beneficios que representa el alimentar a un niño exclusivamente con leche materna durante los primeros seis meses.

Karla Murrieta, responsable del Banco de Leche Materna nos platica que esta práctica también posee ventajas emocionales ya que al amamantar, se crean vínculos afectivos entre la madre y el bebé, lo que brinda protección y seguridad al pequeño.

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