En la comunidad La Estancia, en San Juan del Río, prevalecen grupos juveniles que se reúnen para consumir alcohol, lo que deriva en riñas, violencia y actos vandálicos, informó el delegado Abelardo Torres Orozco.

Con más de 17 mil habitantes, una de las comunidades más pobladas del municipio ha incrementado la venta clandestina de alcohol que trae consigo conflictos sociales.

La Estancia se ha hecho popular entre los habitantes de este y otros municipios por la presencia de restaurantes de mariscos, ubicados a la orilla de la Presa Constitución 1917 o zona mejor conocida como “El Acapulquito”, donde prevalece la convivencia familiar y la tranquilidad, de lo que adolece el resto de la comunidad.

Desde el año 2013, los grupos juveniles comenzaron a identificarse entre los pobladores y sus propios rivales con diversos apodos o motes: Los Tímidos, Los Nazis, Los Julios, Las Iguanas, Los Frescos, elegidos por los propios integrantes.

“No hay un líder entre estas agrupaciones, son chavos que se juntan, se conocen, pero no identificamos a alguien en especial que los dirija; definitivamente siguen causando problemas en la comunidad, aunque ya en menor grado que antes”, aseguró el delegado.

Las registradas en la comunidad se dan entre los integrantes de las mismas agrupaciones; no obstante, afectan a terceras personas, toda vez que al atacarse con diversos artefactos —como palos y piedras— como armas, causan también daños a propiedad privada, según han reportado habitantes de la localidad.

El delegado de la Estancia atribuyó la permanencia de estos grupos a la ingesta inmoderada de alcohol, debido a que en la zona prevalece la venta clandestina de cerveza en por lo menos siete domicilios identificados por los lugareños.

“Todavía hay venta clandestina de alcohol, ya se han hecho operativos para decomisar la cerveza en lugares sin permisos y también en los comercios que, aunque tienen la licencia, venden en horarios no permitidos, pero lo vuelven a hacer después de un tiempo y así seguimos con el mismo problema en la comunidad”, afirmó Torres Orozco.

La autoridad auxiliar recordó que en 2010 fue puesto en marcha un módulo de vigilancia de la Secretaría de Seguridad Pública; sin embargo, éste dejó de operar en la pasada administración municipal debido a la falta de personal operativo.

En tanto, estas oficinas ya fueron dañadas por los propios grupos vandálicos, mediante pintas en los muros y el rompimiento de los cristales a los que suelen arrojarles rocas.

Habitantes de La Estancia han sido convocados por el delegado para apoyar en la denuncia de los jóvenes que alteran el orden en la localidad, a fin de disminuir las riñas.

Abelardo Torres dijo que la mayoría de quienes integran las pandillas radican en la localidad, por ello la necesidad de que los padres intervengan desde sus hogares para disuadir conductas violentas entre sus hijos.

Durante el presente gobierno municipal, la Secretaría de Seguridad Pública proyecta la reactivación de módulos de vigilancia en la cabecera y diversas comunidades, incluyendo La Estancia, aunque no se ha establecido una fecha en específico para asignar oficiales de nueva cuenta a este punto de la demarcación.

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