El docente del Posgrado de Ingeniería de la Universidad Autónoma de Querétaro (UAQ) y consultor inmobiliario, Emilio Vasconcelos Dueñas, afirmó que el proyecto de la terminal de Tren de Alta Velocidad (TAV) México-Querétaro debe ser visto como un polo de desarrollo, con infraestructura como hoteles, restaurantes y otros servicios a la usanza de los complejos multimodales de pasajeros.

El académico celebró la recuperación de este proyecto fundamental que se canceló en 1997, respecto del servicio ferroviario de pasajeros.

“Aplaudimos cuando el Presidente Enrique Peña Nieto puso sobre la mesa durante su campaña en Querétaro, la recuperación de ese servicio, para crear trenes de alta velocidad”, mencionó.

Explicó que son trenes de larga distancia, mismos que tienen que cubrir al menos 200 kilómetros para que sean eficientes, pues los demás son otro tipo de unidades que pueden hacer paradas, entonces este tren es imposible que pueda detenerse en Tepeji del Río, en San Juan del Río, ya que es viaje directo de México a Querétaro.

De ahí, continuó, “se necesitan otros 200 kilómetros hacia San Luis Potosí, y desde ahí a Monterrey. Los demás son otros tipos de servicios; en el estudio que se hizo sobre el costo y beneficio, se encontró que el usuario potencial para Querétaro es de 33%; el resto va a Guadalajara, Aguascalientes, Zacatecas, San Luis, entre otras entidades, es decir, que es un servicio que tiene esa visión de personas que van de 200 en 200 kilómetros, entonces llegan a Querétaro y tienen que subirse en otros medios de transporte para trasladarse a sus lugares de destino”.

Señaló que es importante apostarle a este tipo de infraestructura, “ya que es de una visión de largo alcance, entonces no se duda que exista la gente que quiere ir de Querétaro a San Juan, o de San Juan a Tepeji. Esos son otros servicios y deben darse otras opciones”.

Agregó que el lugar ideal para la terminal sería en el entorno del aeropuerto, cerca del kilómetro 19 de la carretera 200, pues ahí es el cruce con la carretera 500, por donde pasa el tren a Monterrey, además de ser el límite con el aeropuerto. “Ahí hay espacio para poner lo que llamamos Complejo Multimodal de Pasajeros, no es una estación del tren, tenemos que poner un complejo donde haya baños, un hotel, un restaurante, un centro comercial, para que cuando la gente llegue a esperar los otros transportes tenga opciones, o alguna actividad”.

En Alemania, ejemplificó, llegó el momento en el que hicieron el análisis sobre lo que implicaban las estaciones del tren, que representan por un lado el servicio de estación, pero por otro son polos de desarrollo, lo cual está perfectamente definido y tienen ya esa política, no sólo estaciones de arribo.

Vasconcelos Dueñas hizo referencia al funcionamiento de la estación, para revisar su impacto en el entorno urbano de cercanía.

“Eso es lo que estamos platicando, una filosofía en ese aspecto, que no se vea sólo la estación del tren como una estación más, ya que es parte de su función; otra parte muy importante es que debe ser un polo de desarrollo”.

El académico indicó que para los estados aledaños lo ideal sería un tren de cercanías, que viaje a otra velocidad y que sea para otro mercado.

“A lo que tenemos que apostarle es a llegar a Monterrey, porque Nuevo León y Texas ya tienen concertado el proyecto de Tren de Alta Velocidad San Antonio-Monterrey, en donde prácticamente se pasará migración en la capital de Nuevo León”.

Añadió que este proyecto se dio por inquietud del congresista Henry Cuellar, para resolver esa situación con un servicio ferroviario. “Hay que subirse a esquemas de ganar-ganar”.

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