Los migrantes en Estados Unidos ganan siete veces más que lo que pueden ofrecer los constructores en México; sin embargo, se apuesta porque la estabilidad les obligue a quedarse en el país, afirmó Óscar Hale Palacios, presidente del Colegio de Ingenieros de Querétaro.

Esto, al presentar el programa de empleo para migrantes, con el que buscan captar personas con experiencia en la construcción, a fin de incrementar la competitividad de las empresas queretanas.

“Estamos hablando que por hora en Estados Unidos ganan 350 pesos y en Querétaro ganan 50 pesos, ellos sí se van a enfrentar con una baja en ingresos, pero obviamente con menos gasto, ya vivir aquí se abarata muchísimo la vida. Allá ganaban siete veces más, pero es la realidad que tenemos a nivel nacional”.

Con las deportaciones desde Estados Unidos a Querétaro, ya llegaron 45 migrantes y, aunque ninguno se ha acercado al colegio, el llamado es a que vayan directamente con el gremio, para colocarlos en las empresas afiliadas; de manera inmediata, dijo, tienen capacidad para dar empleo a 200 personas.

El organismo tiene 450 afiliados, la mayoría dedicado al sector de la construcción. Habitualmente, explicó Óscar Hale, los constructores tienen contacto con los maestros de obra, que a su vez contratan al personal; pero, bajo un esquema de “microsindicato”, éstos se quedan con un porcentaje del sueldo.

Por ello, buscan que el contacto sea directamente en las oficinas del colegio, para que no haya intermediarios y el sueldo no se vea mermado aún más; el programa de empleo no sólo está limitado a migrantes, sino a los queretanos en general.

De acuerdo con el tabulador, en Estados Unidos el sueldo promedio de un operador de maquinaria, empleado de manera formal, es de alrededor de mil 300 dólares a la semana; el de un ayudante (peón) es de 900 dólares, y de un oficial de mil 200 dólares.

Mientras que en México son de 2 mil 500 a 3 mil pesos a la semana para un operador de maquinaria; el sueldo del peón está entre los mil 300 y mil 500, y el del oficial entre los 2 mil y 2 mil 500 pesos.

“Estamos incentivando a que se incluyan y que no sientan un temor si los regresan. Aquí van a tener trabajo, les aseguramos que sí lo van a tener, incluso queremos personas capacitadas, sabemos que traen un ritmo de trabajo bastante fuerte, con clima que es más extremo que en Querétaro y sabemos que es gente que hacen bien las cosas, los requerimos”, mencionó Hale Palacios.

Reconoció que la de la construcción es una industria en donde existe mucha informalidad, pues al entregar sueldos semanales, hay personas que ya no regresan al empleo, lo que complica la integración a la seguridad social. La propuesta para los migrantes es que estarán dentro del sistema formal de empleo.

De acuerdo con datos del Colegio de Ingenieros de Querétaro, 70% de la obra en el estado es en el rubro de vivienda y el resto es obra pública o del sector comercial.

Además, se estima que de la planta laboral apenas un 10% es de locales, ya que “es difícil encontrar a un queretano que se aviente” al ritmo de trabajo que exige la industria.

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