El 2 de febrero, Día de La Candelaria, las ventas para los vendedores de tamales se duplican, al menos así es para José David Hernández Camacho, quien los despacha y además ofrece atole en la calle José María Arteaga en el Centro Histórico de la ciudad, también conocida como la de los tamales.

Explicó que durante este día, en su negocio denominado La Congregación, se mandaron a cocinar 200 kilogramos de masa, mientras que en un día normal solo se hacen 80 kilos. “Entre ayer y hoy mandamos a hacer 400 kilos para hacer tamales”.

La Candelaria es la fiesta en que los católicos celebran para conmemorar los 40 días del nacimiento del niño Jesús, por lo que acuden a los templos a bendecir la imagen del niño Dios y realizan reuniones familiares en las que la principal comida son los tamales; pagados por las personas que sacaron el muñequito oculto en la rosca de reyes, el 6 enero.

En la calle de Arteaga se ubican 5 establecimientos dedicados a la venta de tamales; sin embargo, durante el día 2 de febrero, habitantes de la zona abren las puertas de sus casas para ofertar el producto y se llega a contabilizar hasta 15 negocios que venden tamales.

“Nosotros vendemos de verde, rojo, rajas y de dulce, además de tamales oaxaqueños. Durante un día normal sólo se manejan atole de arroz, champurrado y guayaba, pero hoy es variado, es decir, todos los anteriores más el de cajeta, fresa, coco, vainilla y mamey”, dijo.

David Hernández lamentó que el día 2 de febrero cayera en sábado, porque muchas empresas no trabajan y por lo tanto no se festeja, en cambio si hubiera caído entre semana, las ventas se incrementarían aún más.

Dijo que en este negocio tiene ocho años; sin embargo, el oficio lo heredo de sus suegros quienes desde hace 25 años trabajan en este oficio. “Mi esposa tiene 22 años, es decir, a los dos años de edad ya estaba en el negocio, mientras que mi hija tienen un año, y el pasado —2 de febrero 2012— ya estaba aquí en el local”, recordó.

Durante un día común, los dueños de La Congregación tienen un horario fijo de 7:00 a 11: 00 de la mañana y por la tarde de 19: 00 a 23: 00 horas, pero en el día de la Candelaria, el cierre del local se realiza a las 2 de la madrugada.

En La Congregación los tamales cuestan a 11 pesos, mientras que el atole a 10 pesos; los más pedidos, señaló, son los de chile verde, carne de puerco, seguidos de los rojos con queso. Los de dulce los menos vendidos; mientras que de los atoles el champurrado y el de arroz son los más degustados por los clientes.

Guillermina Chavero Flores comercia los tradicionales tamales y champurrado a siete pesos cada uno. Se encuentra instalada en la plaza del atrio del Templo de la Cruz. Los tamales los tiene en la cajuela de su automóvil y deja a la vista las recipientes en donde se mantienen calientes.

Doña Guillermina explicó que ellas sólo pone su changarro los dominados, pero por ser día de La Candelaria, decidió ponerlo el sábado, porque en este día los tamales son muy demandados, “los domingos vendo cerca de 300 tamales pero hoy seguramente venderé 700 u 800”.

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