Investigadores de la Facultad de Ingeniería de la Universidad Autónoma de Querétaro realizan un programa de cómputo que busca evitar los daños que sufren las estructuras a causa de los suelos expansivos, informó Eduardo Rojas González, académico que encabeza este proyecto, quien explicó que la dilación de las superficies ocurre cuando éstas se humedece como resultado de la lluvia.

“El problema es que con las lluvias el suelo se humedece, se expande y levanta la estructura de tal forma que en los acabados aparecen agrietamientos, que no son problemáticas para la estabilidad pero sí crean malestar para los habitantes”, señaló.

En esta investigación participan los doctores Jaime Horta Rangel y María de la Luz Pérez Rea, así como dos estudiantes de la maestría en geotécnia y un alumno del doctorado en Ingeniería de esta casa de estudios. Se lleva a cabo gracias a los recursos del Fondo para el Fortalecimiento de la Vinculación (FOVIN), programa que implementó la UAQ en 2013.

Rojas González dio a conocer que este estudio también se trabaja en colaboración con una constructora local —a través de la Dirección de Vinculación Tecnológica y Proyectos Especiales de la Universidad— y en una primera etapa se desarrollará un modelo para conocer el comportamiento del suelo a partir del principio de esfuerzos efectivos.

“Ese modelo lo incluimos en un programa de cómputo y ahí podemos introducir la geometría de la estructura, las cargas de ésta y el tipo de suelo sobre el que está apoyada; nosotros simulamos los ciclos de humedecimiento y de secado de este material, y así vamos a poder conocer las deformaciones a las que va a estar sujeta la estructura. Con ello podremos diseñar adecuadamente la cimentación de tal manera que se eviten los daños que generalmente aparecen en forma de fracturas o fisuras diagonales en los acabados”, explicó.

Esta problemática, expuso el investigador, se presenta principalmente en la zona poniente de la ciudad, donde se tienen suelos con presiones de expansión muy altas: “la presión de expansión es la fuerza con la que se expande el suelo, de tal manera que si la vivienda es ligera no alcanza a compensar esta fuerza de expansión y eso provoca las deformaciones de la cimentación y los daños de la estructura de las casas”.

El diseño del programa estará a cargo de profesores de la Facultad de Informática, quienes se enfocarán en hacerlo amigable para el uso de los ingenieros civiles; advirtieron que el objetivo es que se comercialice en un futuro cercano.

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