En la granja de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) es de los pocos lugares en el estado de Querétaro donde se vende la codorniz y el huevo del mismo animal para el consumo humano.

Las pequeñas aves son criadas desde recién nacidas con grandes cuidados, ya que son propensas a muchas enfermedades.

Con la codorniz se debe de cuidar desde la temperatura que hay en las jaulas, la alimentación, pasando por un estricto control de higiene.

Los polluelos deben de mantener el calor para poder sobrevivir.

Las codornices pueden llegar a medir entre 15 y 20 centímetros y producen de dos a tres huevos diarios, los cuales son preparados en conserva, mientras que la carne es vendida para prepararse cocida, hervida o asada.

Según los especialistas, las hembras de esta ave originaria de China y Japón son buenas productoras de huevos durante tres años.

Una excelente producción de huevos de codorniz es de un promedio de 300 por año y estos tienen un peso aproximadamente de 10 gramos.

Los huevos de la codorniz, a diferencia de los de gallina u otras aves, son más ricos en vitaminas y minerales y de mucho mejor sabor, por, lo que son altamente cotizados en el mercado.

En el caso de codornices para venta de carne, estas alcanzan su madurez a las ocho semanas, cuando deben ser sacrificadas para su consumo, y es considerado un manjar de reyes y de sofisticado y fino sabor .

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