Por ser una entidad con alta demanda inmobiliaria, el pintor de brocha gorda es un oficio que registra una alta empleabilidad, que en promedio se encuentra por encima de la media nacional, informó el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI).

Querétaro forma parte de las 17 entidades federativas —ocupa el undécimo lugar— que se destacan al estar por arriba de la media nacional en la empleabilidad de los pintores de brocha gorda, los cuales celebran su día este lunes 1 de mayo.

Por cada 100 mil habitantes en el país hay 160 pintores de brocha gorda, promedio mayor en Querétaro con 201.8, sin embargo, por ser una entidad pequeña en extensión territorial apenas emplea 2.2% del total de las personas del país que tienen este oficio.

El informe de Inegi refiere que durante siglos el hombre ha utilizado la pintura decorativa para enriquecer y embellecer sus casas.

Por ejemplo, los antiguos egipcios utilizaban recubrimientos de temple con base de caseína, huevos, agua, goma arábiga y pigmentos minerales, así como óxidos de hierro, malaquita verde, amarillos hechos de trisulfuro de arsénico, etcétera.

En México los pintores prehispánicos debieron tener una preparación especial para escoger los pigmentos y aplicarlos sobre los muros pulidos de sus edificaciones monumentales. Empleaban un considerable número de colores elaborados de varias plantas, animales y sustancias minerales, así como tonos diferentes como producto de la mezcla de colores.

Trabajo histórico.

En el México moderno, el Censo General de la República Mexicana de 1895 registró a 4 mil 590 pintores decoradores, de los cuales 58.2% se concentraban en el Distrito Federal, Guanajuato, Jalisco y Puebla. Posteriormente, el Censo General de Habitantes de 1921 reportó 2 mil 509 bajo la denominación de yeseros y pintores decoradores. El pintor de brocha gorda permite crear espacios luminosos y cómodos con el estilo que busca según el cliente, con ayuda de una gran variedad de colores y acabados.

El trabajo del pintor es complejo y pesado debido a que requiere de etapas: en una obra nueva es necesario que prepare con un buen sellador la superficie antes de aplicar la pintura; cuando se trata de repintar, debe lijar o quitar la pintura antigua existente y, a menudo, eliminar los defectos acumulados entre cada mano de pintura.

En ocasiones, cuando el trabajo lo amerita, trabaja a muchos metros de altura, subido en una escalera o en un andamio, y su tarea involucra movimientos y posiciones incómodas.

Trabaja tanto en interiores como a la intemperie, distribuyendo de manera uniforme la pintura con una brocha gorda o un rodillo por las superficies por arreglar o acondicionar, contratado por alguna constructora o por el inquilino de una vivienda. Sus competencias técnicas incluyen el ubicar los materiales para la aplicación de la pintura o material de recubrimiento.

Trabajo único.

Argentina y México son de los pocos países en que se celebra el día del pintor de brocha gorda. En el primero, cada 5 de septiembre y en el nuestro cada 1 de mayo.

El Inegi puntualiza que es una ocupación predominantemente masculina, pues 98 personas de cada 100 que ejercen este oficio son hombres. Su edad promedio es de 41.5 años. Además, cuentan con 8.2 años de escolaridad en promedio, equivalente al segundo grado de secundaria; en promedio, laboran 41.1 horas a la semana y ganan 35.1 pesos por hora trabajada.

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