Fábricas pagan transporte para evitar rotación de personal, y aseguran que el 20% de su personal es femenino y reside en los estados de Hidalgo y México.
Según expertos consultados por este diario, la participación de los braceros de casa dentro de la economía queretana tiene al menos una década, creciendo a la par del sector manufacturero y de las cifras positivas de empleo
Redacción
Mientras se le acompaña a bordo del taxi que la trae de su trabajo, en San Juan del Río, y la lleva a su casa, en el municipio hidalguense de Tlaxcalilla, Elena dice estar contenta de que su empresa le pague cada noche la tarifa, que es de 350 pesos por un traslado de 38 kilómetros, agradece la prestación laboral, no sin dejar de advertir la paradoja de que su salario, de 143 pesos diarios, sea tan inferior al costo que tiene regresarla a casa en taxi.
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De acuerdo con cifras del Instituto Queretano del Transporte (IQT), relativas a la primera zona metropolitana, el número de vehículos de personal, que es de mil 488, supera ligeramente al de la movilidad pública, de mil 371.
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La mayor parte del personal de las industrias que se mueve en el transporte son mujeres muy jóvenes (18-25 años), a diferencia del transporte público regional, en el que los trabajadores que se desplazan a la ciudad tienden a ser de mayor edad.