El principal sello de Santa Rosa Jáuregui es un buen plato de carnitas. Tacos o tortas de carne de puerco que se cocina en enormes cazos. Este platillo típico está siempre acompañado de salsas de jitomate o tomate, nopales, chiles jalapeños y si el cliente tiene suerte, hasta de tortillas hechas a mano.

Sobre la calle Independencia se encuentran locales de ropa, electrónicos y de comida. La parroquia de Santa Rosa de Lima también está llena, en domingo se celebran más misas que en cualquier otro momento de la semana; en el atrio, una comunidad de jóvenes realiza una “colecta para las fiestas patronales”, que se celebran en agosto; junto a ellos, una señora vende tamales y atole, a un lado de ella otra persona vende elotes asados, a un costado está un globero que ofrece sus figuras inflables a los niños que pasan por el lugar.

Por cualquier lado que se mire, Santa Rosa Jáuregui es un lugar lleno de gente trabajadora. Aunque es una de las delegaciones con mayor índice de pobreza, también tiene es de las colonias más “pudientes” de Querétaro, la colonia Juriquilla.

Esta situación de contrastes ha generado un secreto a voces, una realidad que todos saben y no han podido concretar. Santa Rosa es también una de las delegaciónes que más recursos aportan a la capital queretana, y no son pocos los personajes políticos y sociales que quieren separarla y transformarla en municipio.

Los contrastes en Santa Rosa Jáuregui se viven todos los días; entre la modernidad y la tradición, hay una costumbre que no ha podido erradicar, la culinaria. El sazón de las carnitas que desde hace más de medio siglo ha caracterizado la localidad.

Lupita Granados Muñoz, es una de las muchas personas que administran un negocio de carnitas en Santa Rosa, ella está consciente de lo tradicional de esta comida y cuenta con orgullo que su familia siempre se ha dedicado a cocinar y vender este platillo, por lo que se considera parte de la esencia cultural de Santa Rosa.

Su negocio está ubicado en la calle Independencia número 19, justo en el corazón de la delegación. Desde las ocho de la mañana Lupita recibe a sus primeros clientes, a esa hora todo está listo, las salcitas están hechas, los nopales picados, las tortillas se cocinan en el comal y el equipo de más o menos diez personas que hace funcionar el lugar, comienza un ajetreado día.

Las carnitas “Los Búhos” tienen fama de ser de las más sabrosas de Santa Rosa. Son aproximadamente 12 mesas las que tienen en el local y siempre están ocupadas. Los clientes que no alcanzan lugar podrían cruzar la calle y comer en cualquier otro negocio de carnitas, porque hay muchísimos; pero no lo hacen, esperan su turno parados en la entrada del lugar, Lupita prepara la carne lo más rápido que puede mientras dice “ya los atendemos”, “un momento por favor, enseguida les damos una mesa”.

Lupita y sus dos hermanos son la cuarta generación en atender el negocio; antes de ellos lo hicieron sus padres, anteriormente sus abuelos, y principalmente sus bisabuelos, quienes comenzaron la empresa familiar.

“Mi bisabuelo primero vendía carnitas en su casa, aquí en Santa Rosa, después siguió mi abuelito que además de las carnitas tenía una pulquería, después se pasó a la calle Independencia donde estamos nosotros, esta calle antes era el paso a la carretera 57, por lo que atendía a mucha gente que venía del norte”, cuenta Lupita.

Son historias que se cuentan de generación en generación, pues ella no conoció a su bisabuelo ni a su abuelo, pero conoce la anécdotas familiares y se aferra a ellas. Estudió una licenciatura en Gastronomía y decidió encargarse del negocio.

“Este negocio es muy importante para nosotros, es nuestra fuente de empleo, es algo que nos gusta. Todos hemos estudiado, pero finalmente hemos decidido quedarnos en el local, para nosotros es muy importante seguir con la tradición”.

El negocio de las carnitas es generoso en Santa Rosa Jáuregui, al ser una actividad tan particular, la competencia no evita que las ventas fluyan. “Hay mucha competencia pero cada uno tenemos nuestros clientes”, comenta.

Lupita Granados Muñoz considera que el buen trato es lo que los diferencia del resto de locatarios que también venden las tradicionales carnitas.

“Tenemos una atención especializada para nuestros clientes, nuestras carnitas son de primera calidad, siempre son del día, tenemos tortillitas hechas a mano, la carne la preparamos nosotros al igual que las salsitas, pico de gallo, chilitos con nopales, todo lo preparamos nosotros, ese es nuestro fuerte”, menciona con una gran sonrisa en el rostro.

Para la familia Granados, preparar y vender carnitas es una actividad de todo el día porque se involucran en cada uno de los procesos. Con orgullo Lupita cuenta que ellos van directamente a las granjas de Ezequiel Montes y Pie de Gallo a escoger a los marranos, después de eso los llevan a la casa de matanza de Santa Rosa, la carne cruda se lleva hasta su casa para prepararla y finalmente venderla en el local, todo antes de las ocho de la mañana.

“En fines de semana que, es viernes, sábado y domingo matamos tres marranos al día, entre semana matamos sólo uno. En todo esto mi papá todavía nos supervisa y nos apoya con el negocio. Todo lo hacemos con mucho entusiasmo”, comparte Lupita.

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