Playa del Carmen.— Cinthia, la joven argentina que fue asesinada dentro de la vivienda que rentaba junto a Francisco, su pareja, no trazó amistad con sus vecinos, pero varios de ellos la recuerdan como una “bellísima persona”, como “una Barbie”, cuya rutina diaria era “de su casa al trabajo y del trabajo a su casa”.

La pareja llevaba mas de dos meses rentando en una zona localizada sobre la calle 48 y la avenida 15, en la Colosio, una de las colonias más riesgosas de Playa del Carmen que, paradójicamente, alberga el área más exclusiva de la ciudad.

La vivienda, rodeada de cuartos e inmuebles de baja calidad colinda con suntuosos hoteles y proyectos condominales en construccion, separados por apenas algunas calles.

Cinthia y Francisco, uniformados de blanco y azul turquesa, salían a las 07:00 horas en bicicleta o a pie hacia el hotel en donde ella laboraba como animadora, de acuerdo con testimonios de sus vecinos. Regresaban después de las 15:00 horas.

Rosa, una repartidora de periódicos, narra que siempre veía salir a la joven con su novio. “Jamás los vi pelear, discutir, ni nada. Se veían siempre muy tranquilos. No se metían con nadie”, narra. La mujer indica que la pareja no salía de fiesta, ni su casa era frecuentada por personas ajenas

La mujer, quien vive en otra casa en donde se rentan cuartos, comenta que la noticia sobre el asesinato de la muchacha los tomó por sorpresa. “Uno nunca se lo espera. Fue una sorpresa. El ritmo de vida que llevaban, no daba para eso que les pasó”.

Otra de las vecinas recuerda que la última vez que vio con vida a Cinthia fue el domingo. Días después, los gritos de auxilio de Francisco la hicieron asomarse fuera de casa y acercarse.

“Cuando observé había mucha gente y el muchacho estaba gritando, pidiendo ayuda, que llamáramos a una ambulancia, a la policía. Dicen que él fue quien encontró a la muchacha”, manifestó.

Francisco llegó a la vivienda, luego de varias llamadas hechas a la joven de 25 años, que no tuvieron respuesta.

La noche del jueves pasado, compañeros y amigos de la mujer llegaron a la vivienda para colocarle una ofrenda. En las casas contiguas a la habitada por Cinthia y Francisco, nadie quiere hablar del tema. Se les ve temorosos y dan evasivas. En el hotel donde trabajaba la joven hay hermetismo. Nadie declaró. Oficialmente no se ha dado a conocer mayor avance.

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