Las certificaciones por la venta de música han cambiado de manera radical. Hace un lustro todavía era importante la certificación por la venta física, pero ahora es la venta digital la que ha acaparado el mercado. Así lo indica el estudio más reciente de la IFPI (Federación Internacional de la Industria Fonográfica por sus siglas en inglés), que señala que en México, 85% de los ingresos de la industria musical provienen del streaming y venta digital.

Este fenómeno explica también los nuevos métodos por los que se otorga la certificación de ventas en la industria. Hasta antes de 1998,  el Disco de Oro se otorgaba por 100 mil  discos vendidos, el de Platino por 250 mil  y el Diamante por un millón. Eso ha disminuido hasta llegar, desde 2009 a: Oro, 30 mil; Platino, 60 mil y Diamante 300 mil.

La digitalización ha hecho que las plataformas de música y video sean un factor indispensable para el mercado musical, esta nueva necesidad la tienen muy presente las compañías discográficas.

“Ya no se trata de hacer un disco por muchas razones, entre ellas porque es muy costoso, toma mucho tiempo e históricamente salen 10 rolas del disco, pero sólo suenan una o dos en la radio y las otras ocho a la disquera les vale, le costea mucho más hacer sencillo tras sencillo”, dijo el productor y músico Tonio Ruiz en entrevista con EL UNIVERSAL.

“Se presiona al compositor, a los artistas para generar música para vender porque se las está llevando a la fregada a todas las disqueras y tú, como artista, sobre todo si eres nuevo, ¿cómo vas a hacer un show de una hora si sólo tienes una o dos canciones?”, cuestiona.

A nivel mundial,  el streaming pagado creció un 32.9%, mientras que el streaming general 34%, el que se comparte alrededor del mundo creció 46.9%, mientras que las descargas bajaron 21.2% y la venta de los discos físicosdisminuyó 10.1%.

En México, el aumento en el mercado del streaming se tradujo a una certificación digital que se implantó desde 2013. En el caso de los discos, se otorga el de Oro por 40 mil, Platino por 80 mil, y Diamante 400 mil. Ahora ya no sólo se certifica por álbum, también por “Sencillo digital”,es decir, canciones que ya no aparecen en disco físico sino que se publican sólo en plataformas. En este caso,  la certificación contabiliza reproducciones en todas las plataformas streaming y de descargas: Oro por 30 mil, Platino por 60 mil y Diamante por 300 mil.

Para la certificación de Videos musicales se suman las ventas netas en unidades físicas (DVD), así como las ventas de unidades digitales (LFV) siempre y cuando se trate del mismo producto, esta norma se implantó a partir de 2015. En la certificación se contabilizan las reproducciones y se dará Oro con 10 mil  descargas, Platino con 20 mil  y Diamante,  desde 2014 con 100 mil.Una cuestión generacional ha hecho que el negocio de la música haya virado hacia los escuchas en plataformas y por ello, los reggaetoneros no aparecen en las certificaciones de la venta de discos físicos, pero sí en las digitales.


 “Las nuevas generaciones ya no tienen esa cultura de comprar discos  y si en las listas de popularidad están los artistas urbanos, eso es lo que van a escuchar.

“Y la certificación de discos está muy desvalorada, ahora no te sirve de nada tener un reconocimiento de ventas”, dijo el  también integrante de Coda.

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