Octavio Paz dijo en el Laberinto de la soledad que para el mexicano la palabra chingar tiene tantos significados como sentimientos.
Eso lo sabía bien Molotov cuando, hace dos décadas, irrumpió en la escena nacional con una suerte de ejercicio de conjugación de esa expresión: “Chingo yo, chingas tú, chinga tu madre”.
Esa es la esencia de su disco debut ¿Dónde jugarán las niñas?, que utilizó el lenguaje de toda una nación para hacerlo visible en el mundo. A la fecha, pocos pueden entender la connotación de ésta y otras expresiones, como “puto”.
“La palabra nunca tuvo una connotación homofóbica”, aclara Paco Ayala. “Estamos cansados de decir que está dedicada a la gente cobarde, a la que no tiene valor de decir las cosas que quiere”.
Ellos son lo opuesto a esta definición. Desde sus inicios —a mediados de los 90— la crítica social y sátira política han sido una constante en la banda capitalina, además de sus líneas de bajo explosivas, gritos y guitarrazos característicos.
Mañana darán otra cátedra de esas virtudes a los seguidores que, de manera fiel, los han acompañado hablando el mismo lenguaje.
Los rockeros celebrarán mañana los 20 años de su primer disco en el Palacio de los Deportes.
