La iglesia de San José en el condado irlandés de Limerick abrió ayer una capilla ardiente para que los ciudadanos puedan despedirse de la líder del grupo The Cranberries, Dolores O'Riordan, fallecida el pasado lunes a los 46 años.

Ese templo acogió ayer desde las 12:30 horas el féretro con los restos mortales de O’Riordan, cuyo cuerpo sin vida fue hallado en un hotel de la capital británica.

La madre de O’Riordan y sus cinco hermanos acompañaron el féretro hasta la iglesia, donde el obispo Brendan Leahy los esperaba.

Está previsto que el funeral de O’Riordan tenga lugar mañana en su pueblo natal de Ballybricken.

Autoridades forenses del Reino Unido efectuaron “varias pruebas” para determinar las causas de la muerte de la cantante, aunque los resultados no se conocerán hasta dentro de unos meses. EFE

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