Luego de recorrer más de 200 kilómetros a pie o en bici, al rededor de 60 mil creyentes católicos que pertenecen a la Diócesis de Querétaro arribaron a la Basílica de Guadalupe en la Ciudad de México.

El obispo Faustino Armendáriz Jiménez, comentó que la peregrinación de Querétaro se ha vuelto la más grande y organizada que arriba al Tepeyac, de las más de dos mil que llegan en todo el año.

“Ha sido una peregrinación que se caracteriza por la alegría y por el orden con que se lleva a cabo, hay un gran reto para impulsar la disciplina en la peregrinación”.

Divididos en columnas de hombres, mujeres y ciclistas partieron de Querétaro hace 17 días. Los primeros en entrar al Templo Mariano fueron los cerca de 2 mil 500 ciclistas, después llegó el contingente de 25 mil mujeres y pasadas las 13:00 horas arribaron 37 mil peregrinos.

En sus redes sociales, la Diócesis de Querétaro felicitó a los feligreses que participan en esta peregrinación, “por el testimonio de fe que han dado durante la caminata rumbo al Tepeyac, especialmente por la atención que ponen a la celebración eucarística”.

A su llegada al cerro del Tepeyac, los guadalupanos pidieron salud para ellos o sus familias y algunos cumplieron mandas como entrar de rodillas a la basílica.

“Es una peregrinación que siempre se motiva por la presencia de la santísima virgen de Guadalupe y donde en todo lo que hemos caminado que es prácticamente todo el trayecto hemos visto muchos testimonios de fe muy originales donde la persona se consagra totalmente en su fe a Dios”, afirmó el obispo de Querétaro.

Desde hace 129 años, en las últimas semanas de julio, devotos de la Virgen de Guadalupe se reúnen en la diócesis de Querétaro para partir a la “villita”, los fieles que hacen el recorrido en bicicleta salen desde la sierra, en la comunidad El Lobo.

En su trayecto, los peregrinos no sufrieron de incidentes y su paso al recinto religioso solo ocasionó el cierre de vías principales.

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