Sentada en una mecedora, con un bebé recién nacido en sus brazos, Mayte recuerda que de niña su mayor anhelo era tener una muñeca para vestirla, cuidarla y sacarla a pasear como otras amiguitas de su edad, pero la familia era numerosa y los juguetes no eran prioridad.

La primera muñeca la tuvo a los 19 años, la compró con el sueldo de su primer empleo, pero no podía sacarla a pasear porque ya era grande y se veía mal que saliera a la calle con un juguete que sólo era para niñas.

“Se burlaban, me decían: ¡Ay sí, la bebé con su muñeca! Ya estás grandecita, ¿no? Por eso la tenía sólo en mi cama, pero empezando a investigar vi que había muñecos tan reales que se parecían a los bebés y los podían traer en la calle, para la gente pasaban desapercibidos porque creían que es un bebé real”, platica Mayte Cárdenas a EL UNIVERSAL Querétaro.

Mayte es la impulsora en el estado de Ternuritas Bebés Reborn, proyecto que inició a finales del 2016 para crear muñecos idénticos a un recién nacido, que lo mismo sirve de juguete que para adiestrar a los futuros papás, como terapia ocupacional para personas de la tercera edad, mujeres que no pueden concebir y quienes han perdido un bebé.

Los muñecos están hechos con materiales importados de España, son cabezas, pies, manos y torso de vinil y la pintura es especial para pintar la piel del recién nacido; el costo de cada uno puede ser de hasta cinco mil pesos.

Los bebés reborn son populares a nivel internacional y su historia nace en Alemania, en el período de la Segunda Guerra Mundial, cuando todo escaseaba y las mamás usaban todo lo que tenían a la mano para dar una segunda vida a las muñecos de sus hijos; ahora la creación de los bebés reborn es reconocida como un arte, incluso existe el Organismo Internacional de Artistas de Muñecas Reborn.

Algunos perciben que es un muñeco

Mayte es originaria del Estado de México, por años se dedicó a su clínica de belleza, aunque siempre mostró habilidad para las manualidades y su imaginación es imparable, tanto que a sus propias hijas les hacía muñecos utilizando calcetines.

En diciembre de 2016 tomó la decisión de venir a vivir en Querétaro y comenzó el proyecto de Ternuritas Bebés Reborn. Ella creó su propia muñeca, le compró su carreola y ahora sale a la calle pasearla, como lo quería hacer desde niña.

En una ocasión que fue a un centro comercial con su bebé, la colocó en sus piernas para poder comer; a su lado había unas personas que comenzaron a llamar su atención, hasta que volteó y vio su cara de molestia, pero antes de explicarles que era un muñeco, le reclamaron: “Sí le molesta nosotros se lo cuidamos, para que pueda comer con tranquilidad”. Cuando descubrieron que era un muñeco de plástico quedaron asombrados.

El parecido es similar a los bebés reales, aunque algunos ojos todavía alcanzan a percibir que están elaborados con plástico, el objetivo es seguir especializándose para que sus creaciones luzcan más reales, por eso su plan a futuro es ir a España para aprender de los expertos.

“Una vez me encontré a una nenita, yo traía a uno de los bebés que había hecho y le dijo a su abuelita: Es una muñeca. Y la abuelita juraba que era un bebé.

Entonces dije: Si la niña pudo decirme que aún lo ve como muñeca, algo le falta. Todavía puedo pulirme más, el día que un niño pueda ver los bebés y no note la diferencia entre uno real y un bebé reborn, en ese momento es cuando diré: Ya lo sé todo”, comentó.

Principalmente son mujeres las que buscan los bebés ternuritas, jóvenes que quieren darse un regalo. Y para las quinceañeras es perfecto, es su último juguete de niñas.

También los futuros papás, sobre todo los primerizos, buscan estos muñecos para entrenarse, así sabrán como cargarlo y sostener su cabecita y los cuidados útiles de un recién nacido. También son una herramienta de relajación y en algunos casos sirven como terapia para superar la muerte de un hijo.

“En realidad sí es un juguete, pero uno le da el sentido que quiere. En una ocasión me contactó una chica y me dijo que si le podía hacer la réplica de su bebé y me subió una foto en blanco y negro, era una bebé recién nacida, con los ojos cerrados y traía un moño negro en su diadema. Yo dije: ¡Qué raro! Entonces le pedí una foto a color, para ver el tono de piel, pero era la única foto que tenía y me dijo: Mi bebé tenía el peso de unos 200 gramos. Cuando dijo ‘tenía’ comprendí el porqué del moño negro. Lo que quería era una réplica de su bebé que había fallecido”, relató.

El sentimiento de maternidad está latente en todas las mujeres, no importa su edad, desde las niñas que juegan a ser mamás, hasta las personas de la tercera edad. Y contrario a los muñecos con alarmas (indicadores de las necesidades del niño) que son asignados por las escuelas a los adolescentes, hombres y mujeres, para que experimenten la responsabilidad de tener un hijo, los bebés reborn brindan una sensación de tranquilidad, asegura su creadora.

“Los doctores me han comentado que en cierto modo, olvidar que es un juguete, puede servir para el duelo de perder a un hijo. Hay mamás que quieren tener un bebé y por alguna razón no pueden tenerlo, cuando les dan un bebé reborn se empiezan a tranquilizar y después se embarazan”, comentó.

“Un bebé da tranquilidad, parece mentira que un pedazo de plástico te transmita eso, pero es lo que ves en él, sí es un juguete, una compañía; hay quienes compran su bebé, le compran ropa, lo sacan a pasear, suben sus fotos a internet, como si fuera un miembro más de la familia, está bien pero nunca hay que perder el sentido de realidad”, refirió.

Dependiendo del cliente es el pedido. Hay quienes quieren a su bebé con pelo, cejas, pestañas, y su creadora les pone cabello por cabello para cumplir con tal deseo. En cuanto a peso, también es al gusto, sus modelos van desde el recién nacido hasta uno de tres meses.

En la página de Facebook de Mayte Cárdenas, que se encuentra como Ternuritas Bebés Reborn, agenda pedidos para todo México, recientemente hizo envíos a Monterrey, la Ciudad de México y Baja California.

Los bebés reborn son populares a nivel internacional, es un gusto que Mayte quiere compartir con otras mujeres y considera que aunque sea un muñeco es la forma en que han encontrado de demostrar su cariño y pide que no se les critique.

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