“Con tantos cambios y complicaciones, el SAT da un paso adelante y dos atrás. En principio, pone las condiciones para que los trámites sean más sencillos, y de repente sale con cada sorpresita: ahora busca aprovechar el sistema para hacer una sobreexigencia de información, lo cual resultará gravoso para las pequeñas empresas.

“Para el emprendedor, ya no existe una reserva temporal de su información fiscal, que le permita evaluar el negocio, redistribuir ingreso o gasto, hacer estrategias de mercado. Al enviar datos, en tiempo real, no se hace el análisis y se expone a un problema fiscal”.

Opina la contadora pública Angélica Mata Sandoval, consultora de Pequeñas y Medianas Empresas (Pymes) en la entidad. La asesora de negocios no descarta que el uso de tecnología pueda obrar en beneficio de la recaudación fiscal, pero señala: “si los medios electrónicos del SAT muestran falta de optatividad, se entorpece el desarrollo de las Pymes.

“El problema de pasar de la facturación 3.2 a la 3.3, es que esta última versión es diametralmente distinta, más compleja que la anterior por el exceso de información que pide, obligando al empresario a descuidar su negocio, a estar más atento de no cometer un error que derive en una multa”, explica la experta.

Enérgica en su crítica a la nueva versión fiscal, la entrevistada indica que con cada cambio de plataforma que hace el SAT, se incrementa el costo operativo de las Pymes, porque estas deben invertir en hardware, capacitación y, sobre todo, en tiempo.

“Lo peor es que estos cambios son muy seguido, y no aportan soluciones inmediatas. Si tú, empresario, ya invertiste en capacitación, aún te falta enfrentar las fallas de origen: entras al portal para hacer una factura y ves que la capacitación no fue suficiente, porque hay un sinnúmero de variables que, sin duda, el propio SAT irá modificando otra vez, sobre la marcha.

“Lo ideal sería que la Secretaría de Hacienda actualizara la tecnología del SAT, y hasta que esté se implemente. La autoridad debería dejar de usar al contribuyente como laboratorio de pruebas”, dice.

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