Atlas equilibra el duelo, después de que en los primeros minutos del segundo tiempo Gallos dominara las acciones, pero al 62’ la sangre llega al río. Aficionados de ambos equipos se enfrascan en una batalla campal que obliga al personal de seguridad a abrir las puertas que dan acceso a la cancha del estadio La Corregidora, para poner a salvo a familias que disfrutaban del encuentro.

Minutos antes ya se habían registrado algunas escaramuzas entre hinchas locales y visitantes. Sin embargo, lejos de disminuir, la violencia continuó.

Los jugadores se refugian en las bancas, pero pronto también abandonan las mismas. Washington Aguerre, portero de Gallos, corre de un lado a otro para separar a los rijosos. Lo absurdo: aficionados se acercan para tomarse una foto con el cancerbero.Aficionados, los verdaderos, buscan ponerse a salvo, pero hasta la cancha  llegan los rijosos que intercambian golpes, vandalizan la cabina del VAR, rompen todo lo que encuentran a su paso.

El partido se suspendió. Ante los hechos, la Liga MX  decidió que se bajará la cortina, y los tres juegos programados para hoy, no se llevarán a cabo.

El partido

El duelo inicia con el control de las acciones de Gallos. Al 28’, Furch pone al frente al Atlas.

Los ánimos se calientan entre Ángel Sepúlveda y Anderson Santamaría. Intercambian amenazas, amagos de cabezazos y un manotazo del jugador de Gallos. El rojinegro cae. El árbitro Fernando Guerrero  amonesta a ambos jugadores.

Querétaro inicia con ánimo el segundo tiempo. Los primeros minutos se va al frente, pero Atlas se defiende de forma atinada.

Atlas equilibra las acciones. Gallos  resiste... y la gente entra al campo por seguridad. En las gradas hay una batalla campal.

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