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Phoenix .— El comisionado de la NFL, Roger Goodell admitió ayer que el último año que ha vivido ha sido el más difícil desde que asumió el puesto en 2006 y expresó que fue de “humildad y aprendizaje”.

Goodell, quien tomó el puesto en agosto de 2006, ha estado en el ojo del huracán desde que el corredor Ray Rice se vio involucrado en un caso de violencia doméstica, pasando por los problemas del corredor Adrian Peterson, suspendido por golpear a su hijo menor de edad y el último escándalo por el uso de balones desinflados en la final de la Conferencia Americana entre Patriots y Colts.

“En lo personal ha sido un año de humildad y aprendizaje”, reconoció Goodell en sus primeras palabras durante el balance anual que realiza cada año previo al Super Bowl. “Como organización hemos pasado por la adversidad, pero lo tomamos en serio porque es una oportunidad para ser mejores. Pero el hacer conciencia comienza conmigo”, dijo.

El comisionado presumió que los esfuerzos por mejorar la seguridad de los jugadores han tenido resultados y que los golpes a jugadores indefensos bajaron en un 68 por ciento y que las conmociones bajaron en un 25. Goodell informó que desde 2012 a la fecha se redujeron de 173 a 111.

“Es más de una tercera parte y el crédito es de los jugadores y los entrenadores que se ajustaron a las reglas para crear una cultura de seguridad”, afirmó Goodell. “Pero falta más por hacer, aprobar más protocolos de conmociones en la pretemporada”, afrimó el mandamás de la Liga.

Para seguir mejorando en temas de seguridad, la NFL contratará a un jefe médico para implementar políticas adecuadas para la liga.

Entre las cosas que espera mejorar a futuro, el comisionado dijo que se estudia tener comunicación más directa con los oficiales para tratar de que las repeticiones no retrasen los partidos.

“Los aficionados ni los equipos quiere retrasos, queremos mejorar”, afirmó a la vez que mencionó la posibilidad de expandir las repeticiones a jugadas de castigo. “El objetivo es tener más consistencia, queremos que la prensa, aficionados y equipos estén orgullosos”.

También mencionó que un probable cambio de sede de los Rams de San Luis a Los Ángeles tiene que ser estudiado y que no puede darse sin la aprobación de la liga y los demás dueños.

“Hay políticas para que se dé la reubicación de una franquicia, se necesita de múltiples votos para que eso suceda. El resto de los dueños y nosotros lo tomamos en serio y todo tiene que ser votado. Hasta ahora no se ha tomado una determinación.

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