Matilda Cesarman Nava consiguió la medalla de primer de lugar en la Olimpiada Nacional. La queretana compitió en la división de -39 kilogramos, en la categoría de 14 años, luego de cinco veces de asistir a la justa nacional consiguió el campeonato que además le dio el pase para formar parte de la selección mexicana de cadetes.
“Han sido trabajos difíciles, yo llevo clasificando cinco veces para la Olimpiada Nacional, sólo que he sido eliminada, a veces en las primeras rondas o en las que son por medallas, el año pasado me quedé a una de la presea y este año disfruté mucho todo, era la primera vez que iba a Chihuahua, conviví con nuevos amigos. El día de la competencia me concentré en mí para  ganar y lograrlo”, explicó la campeona.

Matilda entrena en la Academia de Taekwondo de Iridia Salazar, Rodrigo Salazar es su entrenador,  con quien ha creado un lazo muy fuerte, por lo que es un pilar en su desarrollo deportivo.

“Hay muchas personas detrás de esta medalla, principalmente mi profesor, también se lo dedico a mi familia, a mi papá que siempre me ayuda a no rendirme, a mi mamá que es la que me empuja siempre y a mi hermanita que ella sabe taekwondo y podemos comunicarnos bien, aunque ella me grite desde las gradas yo la escucho”, explicó.

El llegar a la selección es un paso para cumplir uno de sus grandes sueños pertenecer a la selección mayor de taekwondo.

“Fue un momento feliz cuando me enteré de que me iban a concentrar, me puse a brincar, estoy muy contenta por estar casi en selección nacional, espero poco a poco representar a México en algún torneo importante. Mi sueño desde pequeña fue traer las letras de Querétaro en mi uniforme, cuando lo conseguí me sentí super feliz. Luego vi que la gente traía las letras de México y ese se convirtió en mi sueño, es un gran logro para mí, porque llevo ocho años queriendo eso”, dijo.

Cuando era más chica, Matilda sufrió de bullying por lo que fue la principal razón que se inició en el taekwondo, ahora se convirtió en su pasión y quiere seguir preparándose para ser una gran atleta mexicana.

“De pequeña una niña me molestaba, me quería defender, pero no sabía cómo, nunca he llegado a pegarle a nadie fuera del taekwondo, pero sí he llegado a detener a quien me quiere agredir con lo que soy capaz de hacer para que no me vuelvan a molestar, después de eso la niña me dejó de molestar y me enamoré del taekwondo y todo empezó así”, mencionó.

En julio comenzará la concentración en el Centro Nacional de Alto Rendimiento, ya que en agosto tendrá una competencia en Estados Unidos lo cual será una gran oportunidad para la deportista.

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