St. Petersburg.— Jake Odirizzi había tenido una día con tintes históricos. Tenía un juego sin hit hasta que llegó la séptima entrada. Pero un sólo batazo de hit, el único que pudieron lograr los Yankees en el partido, destrozó los corazones de los Rays y su pitcher. A Nueva York le bastó con eso para ganar 2-1.

Starlin Castro fue el hombre que conectó ese imparable que resultó ser un homerun de dos carreras. Con Brett Gardner en las almohadillas, luego de que recibiera una base por bola, el segunda base de los Yankees impactó una línea de 91 millas por hora que se voló la barda por todo el jardín central.

“Me siento muy bien, especialmente porque pudimos salir vencedores”, explicó Castro, el héroe del partido. “Sólo estaba esperando por un lanzamiento que pudiera batear. Odorizzi hizo una gran labor, en todos sus bolas fueron muy difíciles de impactar. Sólo esperé a que me diera uno a modo y así terminó por suceder para nuestro bien”.

Ese vuelacercas de los Yankees se convirtió en un hecho poco común. Fue el primer juego desde julio de 1914 con el que la novena neoyoquina pudo vencer con un sólo hit.

Para Odorizzi, abridor de Tampa Bat terminó por ser un partido en el que todo había salido perfecto durante su labor en el montículo, ya que logró ponchar a seis de sus oponentes, pero vio su récord caer a dos triunfos por tres derrotas en lo que va de la temporada. Castro le arruinó la tarde con un batazo.

El temible trío que tiene Nueva York en el bullpen conformado por Dellin Betances, Andrew Miller y Aroldis Chapman trabajó sin mayores dificultades tres innings para darle a su abridor, Nathan Eovaldi, un triunfo, luego de limitar a los Rays a una carrera y seis hits en 105 disparos a home.

“Sus muchachos estuvieron bien, pero necesitamos encontrar la manera de realizar más carreras”, consideró el manager de Tampa Bay, Kevin Cash. “Imagínate cómo te sientes cuando terminas vencido por un solo hit. Es una píldora muy difícil de digerir. Pero nos sirve para buscar revancha”.

Nueva York aún sigue con un porcentaje menor a .500 en esta campaña, aunque tómo oxígeno al llegar a una marca de 24-25 en la División Este de la Liga Americana, que comanda Boston (30-20).

Cubs mandan. El mejor equipo de las Grandes Ligas en esta temporada se consolidó con una nueva victoria. Los Cubs vencieron a los Phillies de Filadelfia 7-2, celebración que se adjudicó el pitcher John Lackey; la derrota la cargó Vince Velásquez.

Chicago hizo gala de su ofensiva durante las primeras cinco entradas para enfilarse hacia su triunfo 34 de la campaña y mantenerse en el liderato de la División Central de la Liga Nacional.

Los Cubs ganaron su quinto juego en fila en su primera barrida sobre los Phillies en Wigley Field en los últimos 20 años. Agencias

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