Una noche que vino de menos a más con un par de toreros que deleitaron a los asistentes a la Plaza de toros Santa María, con los dos toros más potables de una corrida de Julián Hamdan con falta de fuerza, casta y bravura. Alejandro Talavante fue el triunfador al cortar dos apéndices, seguido por Ponce con una y un joven Armillita, a quien simplemente no le salieron las cosas.

La noche comenzó fría, pues Enrique Ponce recibió a “Presentimiento” que rápidamente pegó verónicas pintadas. Los picadores parecen haberlo lastimado, pues la “mano” derecha del burel parecía tocada, lo que deslució su primer faena de Ponce.

En su primera actuación, Talavante recibió a “Lindo Tequis”, que fue protestado por su falta de presencia y novillez, el juez de plaza ante los silbidos del público decidió regresarlo a corrales. En su lugar salió “Cumpleañero”, de la ganadería de Barralva; Talavante poco pudo hacer, pues el toro también acusaba debilidad.

Fermín Espinoza ‘Armillita’ IV hizo los honores a “Charbeli”, que metía la cabeza y bien humillado. El diestro no halló distancia y terminó la faena quedando a deber más tandas.

En el segundo de su lote, Ponce enfrentó a “Lugar de origen”, al cual supo poner en el sitio perfecto para hacerle la faena a base de derechazos y naturales. El concierto siguió con dosantinas y pases del desdén, que coronó con una estocada en perfecto sitio para cortar la primera oreja.

Talavante preparó una faena estética que puso de pie a los asistentes. El toro “Bendita tierra” fue el mejor de la noche con bravura, presencia y una fijeza envidiable. Con el capote, el español hizo gala de su tauromaquia con crinolinas, chicuelinas y un amplio repertorio con bastante sabor. Con la muleta se dejó ver en grande, toreando en redondo y pasándose de cabo a rabo al burel, coronando la faena con una estacada en todo lo alto, que acotó con la espada corta ganándose las dos orejas a ley.

El último astado de la lidia normal para Armillita IV fue “Comandante”. A pesar que el hidrocálido puso su empeño poco pudo hacer, y no le quedó más que regalar un toro.

Con el de regalo de nombre “Nieves”, de la ganadería de Marrón, Armillita no pudo con la espada y solamente recibió una ovación.

Es así que la gente salió contenta con el triunfador Talavante y con muchas dudas del más pequeño de la dinastía de los “Armillita”.

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