Torreón.— Hay una fiesta inesperada. Pocos eran los creyentes de La Comarca Lagunera que ponían a Santos en la final del futbol mexicano. Pero en Coahuila, no todo ha sido una celebración. También una tragedia ocurrió apenas el lunes. Felicidad y tristeza coexisten en la misma entidad.

Los Guerreros no son ajenos a que un tornado azotó Ciudad Acuña. Fenómeno que dejó 14 muertos y que provocó que los más altos miembros del gabinete federal y hasta el Presidente de la República se movilizaran a la zona.

Ahí no hay tiempo para pensar en futbol o si los albiverdes son favoritos o no para quedarse con el cetro. Tampoco esperan que Ronaldinho juegue la final. Sólo hay la esperanza de que todo vuelva a la normalidad, que la ayuda llegue.

Entre las porras, el ambiente de una disputa por el título, el club lagunero decidió solidarizarse con la gente afectada y que pertenece al estado que representa. La promesa hecha es que la directiva santista donará 50 toneladas de alimentos para los damnificados, además de costear un envío de 4 mil cajas de frijoles.

La serie por el campeonato se la dedican a esas personas que en cuestión de unos cuantos segundos perdieron a un ser querido y vieron destruido su patrimonio.

“Ni modo, hay que ponernos de pie. Ese municipio queda un poco lejos de acá, pero igual son coahuilenses como nosotros y que mal que haya pasado eso. La vida tiene que seguir y ojalá que puedan salir adelante”, anhela Pedro Macías, aficionado que ondea una bandera de Santos en la explanada del Corona,

Y sí, como se dice, el show debe continuar. La final de ida está en juego, por más que a siete horas de camino en automóvil haya ocurrido un fenómeno natural devastador. Los laguneros piensan que el primer choque ante los Gallos Blancos es crucial.

Por eso se muestran hostiles ante el Querétaro. Desde la llegada de los visitantes, la afición de los Guerreros se acerca al camión para gritar los improperios dignos de un choque donde está en juego ser el campeón.

Un doble del ‘Piojo’, Miguel Herrera, que en verdad se parece poco al seleccionador nacional se aparece por la explanda del TSM. Algunos curiosos se toman la foto, más por el relajo que provoca, que por la similitud física entre ambos hombres.

Los pocos aficionados emplumados que hicieron el viaje a Torreón portan el dorsal 49 que dice Ronaldinho. Ese astro brasileño se queda en la banca, pero la idolatría la mantiene como si su talento nunca se hubiera extinto o siguiera con la etiqueta de crack intacta.

De inicio se quedan con las ganas de verlo en acción. Víctor Manuel Vucetich, quien comanda el timón negro y azul, lo confina a la banca. Desde el partido contra Pachuca en el Hidalgo, ‘Dinho’ no arranca como titular con el ‘Rey Midas’. Aquella vez, el ex del Barcelona abandonó el estadio tras salir de cambio.

Una vez dentro del Corona, los seguidores de los Guerreros realizan un mosaico en las tribunas, agitan sus trapos, banderas y portan orgullosos sus playeras. El slogan “Yo 5í creo” alienta a los locales a ir por la conquista del quinto título de Primera División.

Santos arranca con todo el partido. No puede arreglar la catástrofe de Ciudad Acuña, pero quiere dedicarle la alegría de una final.

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