Con la amenaza de no jugar en la próxima temporada de la Liga Mexicana de Beisbol (LMB), los Diablos Rojos del México, Tigres de Quintana Roo, Sultanes de Monterrey y Guerreros Oaxaca, abandonaron la asamblea de dueños y presidentes que sostuvieron ayer en la Ciudad de México.

Las tres escuadras más representativas del circuito veraniego y los Guerreros, tomaron esta decisión luego de que en la reunión que se sostuvieron ayer no los dejaron exponer su propuesta para limitar el número de peloteros de doble nacionalidad.

Encabezados por Alfredo Harp Helú, dueño del México y Oaxaca, los presidentes de estas cuatro instituciones tomaron como una ofensa, la postura que tomó la LMB al no darles la palabra pues el tema de los “ponchos”, no estaba agendado.

“No nos retiramos por ahora de la liga, nos retiramos de la asamblea. Diablos se mantiene en la LMB, pero nos fuimos varios equipos por no estar de acuerdo en la forma en la que se estaba llevando la junta, ese fue el motivo. Ellos podrán decir lo que quieran, pero nos mantenemos por ahora”, declaró Roberto Mansur, presidente de los Diablos Rojos.

A pesar de las declaraciones de Mansur, el presidente de la Liga Mexicana, Plinio Escalante sostuvo que la partida de las novenas no sólo fue de la asamblea, sino también de la LMB.

“Vamos a esperar para pensar las cosas con la cabeza fría, pero por el momento la Liga Mexicana de Beisbol está operando con 12 franquicias. Vamos a esperarnos a la asamblea del 15 de noviembre”, comentó Escalante.

La molestia de Diablos, Tigres, Sultanes y Guerreros radica en la libertad que tienen todos los equipos para contratar peloteros estadounidenses con raíces mexicanas.

“Hay equipos que con un año en la Liga quieren venir a domar el campeonato acabando con la producción del pelotero mexicano. No es posible”, apuntó Mansur.

Google News