BELO HORIZONTE.— Brasil y Chile se medirán en un choque de alta tensión en el que está en juego el pase a los cuartos de final del Mundial de 2014.

Chile persigue la hazaña de eliminar en su propia casa al pentacampeón mundial y cambiar el signo de la historia en sus enfrentamientos con Brasil, mientras que el local quiere hacer valer su condición de potencia futbolística y seguir rumbo al sexto título.

Brasil, que todavía no logró presentar en el Mundial un futbol digno de su historia, trata de rechazar el estatus de favorito, pese a que acumula una larga estadística de victorias sobre Chile, ante el cual perdió por última vez hace 14 años.

Los tres choques mundialistas entre ambos equipos terminaron con contundentes triunfos de Brasil: por 4-2 en las semifinales de Chile 1964, por 4-1 en los octavos de Francia 1998 y por 3-0 en Sudáfrica 2010, también por el pase a los cuartos de final.

Pero La Roja confía en escribir hoy una nueva página y para ello no apuesta únicamente al futbol, sino también en la motivación del equipo de llegar muy lejos en la presente justa de Brasil 2014.

“Esta es una linda oportunidad para cambiar la historia”, afirmó Eugenio Mena.

También el técnico argentino Jorge Sampaoli aseveró que Chile “ha crecido en mentalidad para hacer un partido sin temores”.

“Nosotros no podemos pasar inadvertidos. Brasil sólo tiene que sostener la historia, Chile la tiene que buscar”, señaló.

En las filas de Brasil, sólo hay palabras de admiración y respeto hacia el rival en octavos, que siempre fue el menos deseado por el seleccionador, Luiz Felipe Scolari.

En la rueda de prensa realizada en la víspera del partido, Scolari minimizó la importancia de las victorias del pasado: “Los datos estadísticos sólo sirven para ustedes, pero el equipo contra el que jugamos es el de 2014, no el de 1962”.

“Nosotros trabajamos con dedicación, alegría y amor, pero del otro lado hay un adversario que también pone su calidad. Y si nos ganan porque son mejores no vamos a tirarnos a un pozo y aceptaremos que ha sido por mérito del rival”, agregó Scolari.

Consciente de que a partir de ahora Brasil ya no podrá repetir los muchos errores detectados en la fase de grupos y de que necesita reducir su dependencia de la genialidad del astro Neymar, Scolari sopesa cambios en el equipo, que podría perder a una de sus principales figuras, el zaguero David Luiz.

Aquejado de dolores en la espalda, el defensa no participó en la segunda parte del último entrenamiento previo al partido de hoy, tal como había ocurrido el jueves pasado, cuando fue reemplazado por el también defensa Dante.

Según un comunicado de la selección brasileña, el jugador se realizó una resonancia magnética que no reveló lesiones, pero pese a ello “sigue en tratamiento”.

Otros posibles cambios en Brasil serían el ingreso del volante Fernandinho, del Manchester City, en lugar del criticado Paulinho, y una menos probable sustitución de Dani Alves por Maicon.

El “fantasma” de las lesiones también asusta a Chile. Ayer, el técnico Jorge Sampaoli dejó en el aire la presencia del defensor Gary Medel, el hombre llamado para parar a Neymar: “Tuvo una distensión muscular ayer [jueves]”, reconoció.

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