En su brazo derecho, el mismo con el que lanza pelotas por arriba de las 90 millas, César Vargas lleva tatuado la frase “Rendirse nunca ha sido una opción [Giving up was never an option], la cual aplica en su vida diaria y ayer le generó una satisfacción al apuntarse la victoria que tuvieron los Padres de San Diego 21-6 sobre los Astros de Houston.

En un encuentro que se desarrolló bajo un sol de 28 grados centígrados, Vargas se robó los aplausos de los aficionados al maniatar a la ofensiva rival a dos hits, dos bases por bola y ponchó a cinco enemigos en tres innings de labor. El derecho poblano dominó a las estrellas como José Altuve, Marwin González y Leo Heras.

El lanzamiento de cutter fue una de las principales armas con las que Vargas salió adelante. El poblano espera debutar este año en MLB.

El trabajo del serpentinero tricolor fue respaldado por los maderos de San Diego, un verdadero festival del cuadrangulares y no como el Home Run Derby del viernes pasado.

Tan sólo en el primer capítulo, los Padres se volaron la barda en tres ocasiones, lo que provocó que el inning durara 43 minutos y que el abridor de los tejanos, Brady Rodgers se marchara a la caseta con apenas dos tercios de trabajo en los que fue maltratado con seis hits, ocho carreras y regaló dos pasaportes.

Aunque los organizadores registraron una entrada de 6 mil 147 fanático en el estadio Fray Nano, fue evidente que hubo una menor entrada en comparación con el juego del sábado, el cual según Grandes Ligas, tuvo a 5 mil 602 personas.

El jardinero Jabari Blash fue el líder de la artillería de San Diego al impulsar cuatro carreras y un par de imparables.

El tijuanense Leo Heras aprovechó el fin de semana que tuvo con el equipo grande de los Astros y brilló con cuatro carreras producidas, dos de ellas ayer.

Heras iniciará la campaña con en la sucursal Triple A de la organización, pero aguarda por el momento en el que sea ascendido a Grandes Ligas.

Los ocho peloteros mexicanos que vinieron en los rosters de Astros y Padres tuvieron actividad y la mayoría logró destacar. La excepción fue el tamaulipeco Gerardo Reyes, quien en dos tercios sobre la loma, aceptó tres cuatro hits, tres carreras y un cuadrangular.

El Fray Nano además de engalanarse con figuras como Altuve, Carlos Correa, Alexei Ramírez, entre otros, recibió a Philip Humber, quien en 2012 se convirtió en el vigésimo primer pitcher en la historia de las Grandes Ligas en lanzar un juego perfecto. Lo hizo cuando militaba en los White Sox de Chicago.

Pese a lo holgado de la pizarra, el público mexicano disfrutó de una tarde de sol y beisbol. Sin embargo y a pesar del entusiasmo que muchos pusieron en la tribuna, manifestaron que un juego de preparación el próximo año, no es bienvenido, porque México está para recibir algún encuentro de los 162 que conforman el calendario de cualquier organización de la mejor liga del mundo.

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