Acapulco.— Maria Sharapova ya se veía como la reina de Acapulco, con el tradicional sombrero charro como corona del Abierto Mexicano de Tenis. Pero un inesperado rival la dejó fuera de combate.

La tenista rusa, número dos del mundo, dio a conocer por medio de su página oficial de internet, que se retiraba del torneo guerrerense.

Una gastroenteritis ocasionó que el imán mediático del certamen decidiera no disputar su partido de semifinales ante la francesa Caroline García, al no poder recuperarse del trastorno estomacal que padecía desde el miércoles pasado.

“Maria sufre una infección gastrointestinal, el tratamiento había sido favorable hasta ayer, cuando tuvo una recaída. A pesar de ello se presentó en su partido de cuartos de final y sintiéndose mal terminó su juego. Se hizo una evaluación hoy [ayer] por la mañana y tomó la determinación de no seguir. El Abierto la apoya esperando que pronto se recupere”, explicó Mario Mercader, quien es el médico encargado de supervisar la salud de los tenistas competidores del torneo.

La versión sobre su retiro comenzó al mediodía en las redes sociales. Y aunque los organizadores no lo confirmaron en ese momento, fue la misma Sharapova quien dio a conocer su baja minutos después en su página web.

“Realmente siento tener que abandonar el torneo, tuve un gran inicio y esperaba recuperarme para el partido de esta noche. Desafortunadamente no tuve suficiente tiempo. Quiero agradecer a todos por organizar un gran evento y lo más importante, a los fans que me apoyaron durante todos mis partidos”, citó el comunicado oficial.

Las alarmas se encendieron el jueves cuando la rusa se mostró incómoda en su duelo de cuartos de final.

La molestia de la poseedora de cinco títulos de Grand Slam fue evidente cuando en el segundo set incluso salió de la cancha un momento. Minutos después el gesto de Sharapova no mejoró, la jugadora, ya con respiración agitada, platicó un par de minutos con su fisiatra, regresó a la cancha a concretar su partido pero ya no se presentó a la conferencia argumentando sentirse mal por un virus estomacal.

La enfermedad que afectó a ‘Masha’, agregó el doctor, no se debió a alguna comida ingerida durante su estancia en Acapulco. La alimentación de la jugadora, al igual que la de los demás participantes de la competencia, fue supervisada directamente por los chefs del hotel sede del torneo.

“Fuimos muy cuidadosos con la dieta que el doctor recetó a Maria y ella se cuidó de no consumir nada que pudiera afectarla como los mariscos.

“Como cualquier persona a veces el cuerpo reacciona de distintas maneras al cambio de país o a la forma de preparar la comida. A veces los virus están en el aire, es difícil determinar qué fue lo que provocó su malestar. Ella empezó el tratamiento, lo intentó y no pudo seguir”.

Aunque no detalló los medicamentos que se le suministraron a la rusa, Mercader informó que el tratamiento fue “el mismo que le hubiéramos recetado a cualquiera de ustedes”.

Giulia Orlandi, supervisora de la WTA agradeció el gesto hacia Maria.

“Se hizo lo posible para darle las condiciones propicias para jugar. La comida que tuvo fue muy buena y supervisada. Desgraciadamente, después de su partido de cuartos de final empeoró y no pasó una buena noche. Su problema estomacal no pudo resolverse y pese a todos los esfuerzos no pudo seguir”, explicó.

Por su parte, el director del Abierto Mexicano de Tenis, Raúl Zurutuza, explicó que la organización del torneo le brindó todas las facilidades a Sharapova para que regresara a su casa, en Brandenton, Florida.

Si ‘Masha’ lograba el título en Acapulco, hubiera rebasado a Serena Williams en el ranking de la WTA y se habría convertido en la tenista número uno del mundo por primera vez desde la temporada 2012.

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